El error y el horror
Hace pocos días se publicó la lista de los principales países productores de armas, en la que España figura en octavo lugar. Creo que es de ilusos pensar que estas armas puedan servir para otra cosa que no sea matar a seres inocentes envueltos muchas veces en ambientes de guerra desde que nacieron. Medio mundo se muere de hambre mientras el otro medio se dedica a fabricar armas. Tan odioso me parece un hecho como el otro, aunque el último, por lo refinado de sus mecanismos y su mayor alcance, es más condenable.En las primeras elecciones democráticas voté al PSOE porque pensaba que defendería los intereses del mundo trabajador y pondría los medios necesarios para dar un empuje a la cultura que permitiera ir difundiendo y aclarando los verdaderos mecanismos por los que las grandes potencias condenan a morirse de hambre, literalmente, a millones de seres. Estoy por la abolición armamentista, contra el enriquecimiento de unos pocos a costa de otros muchos, y creo que es justo que los vascos reclamen sus derechos históricos.
Por estas razones, que sólo he
Pasa a la página siguiente
Viene de la página anterior
esbozado, y viendo que el PSOE no hace absolutamente nada por los intereses del mundo trabajador, voté y solicité el voto para Herri Batasuna en las elecciones al Parlamento Europeo. Porque aunque no estoy de acuerdo con todos sus planteamientos, también soy consciente de la campaña de intoxicación contra este partido, al que se ataca más por su condición abertzale radical y obrera que por la cuestión de ETA.
Sin embargo, quiero dejar constancia de mi total repulsa por el abominable atentado de Hipercor. Creo que al no condenar el hecho, que por otra parte todos los partidos se aprestan a poner de manifiesto, Herri Batasuna no hace sino dar la razón a quienes desean su desaparición, pues no hay justificación moral posible para este tipo de hechos.- Jaume Baylach Bruguera. .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.