'Le Matin' obtiene un nuevo plazo de supervivencia

El diario parisiense Le Matin podrá seguir saliendo hasta el 23 de junio, según decidió ayer el administrador judicial nombrado tras la suspensión de pagos. Los trabajadores de Le Matin han conseguido reunir casi dos millones de francos (42 millones de pesetas) a través de una impresionante campaña de solidaridad dirigida a los lectores y simpatizantes de este periódico de tendencia socialista.

La sorpresa la ha proporcionado el primer ministro conservador, Jacques Chirac, que ha ordenado el pago de 2,2 millones de francos (unos 46 millones de pesetas) en concepto de subvención a la Prensa con poca publicidad. El gesto de Chirac, aplicando para ello una legislación aprobada por sus predecesores socialistas, tiene mayor significado si se tiene en cuenta que el responsable de la gestión de Le Matin es el ex ministro socialista Paul Quiles, y que el presidente de la República, el socialista François Mitterrand, no ha expresado su opinión ante la eventualidad de desaparición del diario.Con estas cantidades, el administrador judicial ha podido ordenar el pago de los salarios atrasados del mes de mayo, garantizar los pagos corrientes durante 8 o 10 días más y autorizar la salida del periódico durante una semana, mientras siguen las negociaciones para encontrar un comprador dispuesto a asumir las deudas.

Pasivo

El pasivo de Le Matin se considera en 100 millones de francos (2.100 millones de pesetas), de los que 63 millones corresponden al déficit de 1986 y el resto a las pérdidas experimentadas desde el pasado enero, a razón de seis millones al mes. El grupo industrial que quiera hacerse cargo del periódico deberá cubrir este agujero y proceder a una reorganización del periódico que posiblemente comportará la reducción de puestos de trabajo. El último intento de salvar el periódico, ya en manos M administrador judicial, comportó una huelga del personal contra la reducción de la plantilla.El golpe más importante para Le Matin fue la retirada del grupo Interpart (italo-luxemburgués), que ya era accionista del periódico y había perdido 40.000 millones en avances de tesorería y de salarios. Paul Quiles negociaba con el grupo para que éste se hiciera cargo del periódico en su totalidad. Pero la pasada semana, el presidente, Giancarlo Perreti, que es amigo personal del ex jefe de Gobierno italiano Bettino Craxi, tiró la toalla. Las gestiones con el grupo Bouygues y con el británico Robert Maxwell, propietarios de la primera cadena de televisión TF-1, también fracasaron. Actualmente, el grupo bancario Paribas y el de supermercados Leclerc están negociando la posibilidad de participación en un grupo que garantice la estabilidad del periódico.

Le Matin fue fundado en 1977 por el patrón del semanario Le Nouvel Observateur, Claude Perdriel. Sus 10 años de vida han estado marcados por las dificultades financieras y por las relaciones complejas y polémicas con el Partido Socialista.

Hasta 1985 fue un periódico independiente decantado hacia la izquierda, pero el cambio de propiedad y la entrada como director de Max Gallo, ex portavoz del Gobierno socialista de Pierre Mauroy, ocasionaron la dimisión de numerosos periodistas y un alineamiento con las tesis más oficiales del socialismo con vistas a las elecciones de 1986.