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Alfonso Milans del Bosch será juzgado hoy por el asalto a mano armada a un bar de Valladolid

Alfonso Milans del Bosch y Jordán de Urríes, de 23 años, será juzgado hoy por la Audiencia Nacional a causa de su participación en el asalto ultraderechista a un bar de Valladolid el 6 de enero de 1981 varias semanas antes de que su tío, el ex teniente general Jaime Milans del Bosch, interviniera en la intentona golpista del 23-F, por la que cumple condena. El procesado deberá ser trasladado desde la prisión militar de Alcalá de Henares, en donde permanece, tras negarse la autoridad militar a cumplir las órdenes judiciales de trasladar al preso a una cárcel civil.Las penas solicitadas por el fiscal son 10 años por homicidio frustrado, tres años por estragos y otros tres por tenencia ilícita de armas. La acusación particular pide más de 17 años por asesinato frustrado, ocho años por tenencia de explosivos y cuatro Laños por incendio. La defensa solicita la absolución.

Como consecuencia del asalto al bar El largo adiós, de Valladolid, resultó gravemente herido por dos disparos en la cabeza y en la columnavertebral Jorge Simón Escribano, que padece paraplejia irreversible en la pierna derecha. Tres de los participantes en el asalto fueron juzgados el 30 de abril de 1.984 y condenados por la Audiencia Nacional a penas de entre cuatro años y medio y un año y Medio por los delitos de asesinato frustrado, tenencia ilícita de armas e incendio.

Por su parte, Alfonso Milans del Bosch fue declarado en rebeldía, tras resultar infructuosas las órdenes de búsqueda y captura. Sin embargo, en octubre de 1981 ingresó en la Legión, con el nombre supuesto de Alfonso Martínez Bravo, y ascendió a cabo primero. El 9 de abril de 1986 se presentó voluntariamente a las autoridades militares. El abogado de la acusación particular, Luis María Figueroa, se ha interesado, sin éxito, por el posible conocimiento que la autoridad militar tenía de la verdadera identidad del legionario.

Igualmente, la acusación particular ha solicitado reiteradamente el traslado del procesado a una prisión ordinaria, dada su condición de civil al ocurrir los hechos. Tanto el fiscal, Eduardo Fungariños, como el abogado del procesado, se han opuesto a dicha pretensión. Finalmente, el 19 de mayo último, el tribunal ordenó el traslado del procesado a la cárcel de Carabanchel, pero el capitán general de la primera región militar ha alegado la condición de militar de Alfonso Milans del Bosch y la necesidad de que dictamine el auditor de guerra.

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