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Ingresa en la cárcel el acusado de meter cuatro pepsis a una mujer en la vagina

Amelia Castilla

Julián I. G., de 39 años, separado y con dos hijos, se encuentra internado en la prisión de Carabanchel desde el pasado día 10, acusado de provocar lesiones graves a Esperanza R., de 22 años. La joven, madre de una niña de dos meses, permanece internada en el hospital Primero de Octubre, donde fue intervenida quirúrgicamente para extraerle cuatro botellas de Pepsi-Cola introducidas en la vagina, en el curso de una fiesta privada en el domicilio del detenido.

En la vivienda del detenido, situada en Carabanchel, a 500 metros escasos del domicilio de Milagros, se encontraron vasos y botellas de cerveza y pippermint rotas. Los vecinos de Julián afirman haberle visto la tarde del 7 de junio "borracho por la calle".Al parecer, según la misma fuente, Julián entró en su vivienda con una bolsa cargada de botellas. Los vecinos le describen como un alcohólico que constantemente provocaba broncas con la gente del bloque.

También aseguraron que frecuentemente subía con mujeres al piso. Julián, que está separado y tiene dos hijas, trabajaba eventualmente como fontanero. Un vecino explicó que, no hace mucho, "Julián se pasó varias horas asomado a la ventana amenazando con matarme con un cuchillo".

La última vez que le vieron, el detenido subía a un coche de la policía en el que previamente había entrado Milagros. Esa noche nadie escuchó ruidos raros en la vivienda, únicamente un portazo muy fuerte. La joven fue internada en el Primero de Octubre, donde se comprobó que tenía en el interior del abdomen cuatro botellas de Pepsi Cola de tamaño pequeño, según confirmó ayer una ginecologa del centro. Una de las botellas le rompió el útero.

Unas horas antes la pareja se encontraba en un bar de la zona. Tras tomar unas copas juntos se fueron al piso de Julián. Él, según declaró en la comisaría, no pudo realizar el acto sexual dada la cantidad de alcohol ingerida, y le introdujo las botellas porque ella lo pidió.

Fuera de peligro

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La madre de Milagros, que cuida de su nieta de dos meses, se negó ayer a hacer ninguna declaración, aunque aseguró que ni siquiera había ido a visitarla al hospital. Milagros no está casada y convive con sus padres.Las personas que conocen a la joven madre aseguraron que le gustan mucho los hombres y que le han conocido varios novios. Milagros, que sigue en el hospital, ha salido de peligro y se encuentra mucho mejor, según confirmó ayer una doctora.

Los vecinos de Carabanchel comentaban ayer el incidente con cierta incriedulidad. "Que eso pase en Hollywood, puede; pero aquí, en Carabanchel...", aseguró ayer una persona recordando el caso de Fatty Arbuckle, el actor acusado de violar y asesinar a una modelo con una botella durante un party en San Francisco.

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