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Numerosos vecinos de Ontinyent se reparten 1.700 millones del sorteo especial de lotería

El sorteo especial Niños de la suite de la lotería nacional repartió ayer en Ontinyent, localidad valenciana de 32.000 habitantes, algo más de 1.700 millones de pesetas. La administración de loterías número 1 de esta ciudad vendió 17 series del número 9.409, premiadas con 100 millones de pesetas cada una de ellas, y devolvió dos series que no se habían vendido. Otros millones del segundo premio, el 49.026, llenaron de alegría una barriada del municipio de Los Realejos, en Tenerife.

Desde el momento en que se conoció la noticia, varios vecinos se acercaron hasta la administración de lotería, propiedad de Concepción Micó, para intentar conocer a alguno de los agraciados. Sin embargo, ninguna de las personas allí congregadas confirmó ser poseedora de un décimo premiado.

Javier Albert, encargado de la administración, manifestó que desconocía a quién se habían vendido los décimos. "Nosotros vendemos mucha lotería y no podemos acordar nos de quién compra cada número. Lo que sí puedo decir", continuó Albert, "es que cuatro series las ha repartido un vendedor ambulante en Ayelo de Malferit y en Ollería". Se gún parece, parte de los déci mos premiados han ido a parar a una comparsa de moros y cristianos que los ha repartido en participaciones entre sus so cios. El resto se ha vendido en ventanilla. Albert tampoco pudo precisar si los décimos estaban muy repartidos o ha bía algún cliente que llevara un billete completo.

Alegría en El Mocán

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También en Tenerife, cerca de 500 vecinos del barrio El Mocán, en el municipio de Los Realejos, se repartieron ayer la cantidad de 1.300 millones de pesetas, al haber adquirido íntegramente el segundo premio del sorteo extraordinario que correspondió al número 49.026. El vecindario poseía también los números anterior y posterior, informa Carmelo Martín.

El pueblo recibió la noticia en vísperas de sus fiestas, cuya comisión organizadora había comprado los números afortunados en la administración número uno de la localidad, conocida con el nombre de El Gato Negro, para venderlos en numerosas participaciones con el fin de financiar los actos populares. El propietario del citado despacho de lotería, José María González de Chaves Rojo, que es concejal por AP en el Ayuntamiento del municipio, se enteró avanzada la mañana de la noticia por encontrarse fuera de su domicilio.

"Éste es el día más feliz del barrio. La suerte ha sonreído a casi todos, gente modesta y trabajadora", declaró Petra Borges González, encargada de El Gato Negro, para quien sólo cabe alegrarse por los demás, ya que no se quedó con ninguna de las, pocas participaciones que fueron devueltas. "Por mis manos pasó el sobrante, pero se vendió todo en el mostrador".

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