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El Gobierno tenía poca información previa sobre municipios y autonomías

El pasado lunes Felipe González marchó a Sevilla a cerrar la campaña electoral, tras recibir informes del Centro de Informaciones Sociológicas (CIS) en el sentido de que su partido iba a bajar alrededor de tres puntos en las elecciones europeas. Un sondeo de última hora del CIS había detectado esta intención del electorade, si bien daba al PSOE dos puntos más de los que realmente obtuvo, aunque acertaba en el número de escaños.

Por el contrario, no hubo una información similar sobre las municipales y autonómicas. Las últimas encuestas del CIS respecto a ayuntamientos y comunidades autónomas se terminaron al principio de la campaña electoral. Estos sondeos apuntaron cierta tendencia a la baja, pero no tan acusada como la que finalmente se produjo. De ahí el nerviosismo gubernamental cuando, a cinco días del cierre de campaña, se publicaron los sondeos de empresas privadas -entre ellos el de este periódico-, que ofrecían resultados preocupantes para el PSOE-

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La noche de las urnas adversas

Según expertos del Gobierno y del partido socialista, durante la campaña se movieron muchos votos. "Gran número de personas", dice un alto cargo del CIS, "comenzó a plantearse su opción cuando la campaña le recordó que iban a celebrarse elecciones". Un sociólogo del PSOE se muestra sorprendido por el rechazo que hemos suscitado en capas medias de la población".

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