El secretario de Estado norteamericano vaticina un acuerdo sobre la reducción de las bases en España
Veintitrés minutos de encuentro mano a mano entre los ministros español y estadounidense de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez y George Shultz, permitieron, aparentemente, mejorar el clima de la negociación entre Madrid y Washington sobre la reducción de la presencia militar de EE UU en España. Tanto sus portavoces como el propio secretario de Estado se expresaron, al término de la reunión, en un tono inhabitualmente optimista a propósito de las conversaciones con España. Shultz llegó a afirmar en su conferencia de prensa que "evolucionaban en un buen ambiente", vaticinando que, Me una manera o de otra, los problemas van a resolverse".
Esta observación, que contrasta con el tono agrio de los comentarios hechos por los titulares de Defensa español y norteamericano al final de la entrevista que mantuvieron a mediados de mayo en Bruselas, induce a sospechar a algunos observadores que la parte española ha hecho alguna concesión que satisface a sus interlocutores estadounidenses.Pero Fernández Ordoñez y Shultz rehusaron explicar el contenido exacto de su conversación, mantenida sin intérpretes a las siete de la mañana, y durante la cual el jefe de la diplomacia española fue el que más frecuente mente hizo uso de la palabra, según su portavoz y director de la Oficina de Información Diplomática (OID), Inocencio Arias.
Una fuente allegada a la delegación estadounidense, que pidió permanecer en el anonimato, insistió, sin embargo, en que esperaba que el "buen ambiente de la charla se trasladase más tarde a la negociación" bilateral que tendrá lugar en Madrid los próximos días 25 y 26 de junio.
En respuesta a una pregunta, Shultz afirmó que su encuentro con el jefe de la diplomacia española fue "constructivo", antes de vaticinar que, "de una manera o de otra, los problemas van a resolverse". "Las negociaciones", prosiguió, .atraviesan momentos altos y bajos por razones tácticas". "Pero", concluyó, "evolucionan en un buen ambiente'.
El secretario de Estado fue mucho más prolijo a la hora de elogiar la democracia española y el resultado del referéndum en el que el año pasado una mayoría de españoles se, pronunció por el mantenimiento de España en la Alianza Atlántica, cuyo próximo Consejo de Primavera, su máximo órgano político, tendrá lugar, por primera vez, en Madrid.
La alegría
Otra ilustración del buen humor. de Shultz fue el gesto que tuvo al juguetear con la pajarita de Arias, al tiempo que le decía: "Ya me ha alegrado el día". Pero el director de la OID atribuye más bien este arrebato de alegría al acuerdo alcanzado entre aliados de la OTAN sobre la opción supercero y no tanto a su intercambio de impresiones con Fernández Ordóñez.
Aunque no quiso proporcionar detalles sobre lo tratado, el ministro español estaba también relajado y de buen humor al término de una reunión que calificó de "amistosa, constructiva y útil". "Hemos repasado exhaustivamente el estado de la negociación", agregó, "y ha quedado claro nuestro propósito de conseguir un acuerdo que responda a los intereses de España y a las necesidades comunes de seguridad".
Un diplomático español ironizaba en los pasillos diciendo que ambos ministros estaban tanto más satisfechos cuanto que, al carecer de intérpretes, cada uno había entendido lo que más le convenía de los argumentos y explicaciones dados por su interlocutor. Cualquiera que sea el motivo de su satisfacción, el tono empleado por Shultz y Fernández Ordóñez contrasta, en todo caso, con el que utilizaron sus homólogos de Defensa, Caspar Weinberger y Narcís Serra. El primero afirmó hace un mes que la retirada de los cazabombarderos con base en Torrejón sería un "gran desastre", a lo que el segundo contestó que sus palabras eran "exageradas ( ... ) y no se ajustan a la realidad".
España ha amenazado con denunciar el tratado bilateral con EE UU, firmado hace 34años, si esta superpotencia no acepta 'su presencia militar en territorio español.
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