Suárez insiste en que él cabalga en solitario

Adolfo Suárez, presidente del CDS, cerró ayer su campaña, de marcado corte populista, precisamente en el teatro madrileño donde se estrenó Evita. El Monumental, cuyas 2.800 localidades estaban abarrotadas por unas 3.500 personas, fue el último escenario de esta campaña, donde se ha visto la imagen de un político que cabalga en solitario hacia la presidencia del Gobierno. El líder centrista ha repetido hasta la saciedad que no le asusta gobernar en minoría, y que le gustaría cumplir el papel de una oposición rigurosa allá donde no pueda formar un gabinete monocolor.

Suárez desafió anoche la superstición de las gentes del teatro y apareció en el escenario con una camisa amarilla, rodeado por Eduardo Punset, candidato a eurodiputado, Fernando Castedo, aspirante a presidir la autonomía madrileña, y Agustín Rodríguez Sahagún, que espera ocupar el sillón de alcalde. Todos ellos vivieron la sesión en un ambiente triunfalista y jocoso, especialmente el candidato municipal, cuya intenvención hizo reír a la concurrencia: "Como al PSOE no le gustó que dijera que el sillón de alcalde está vacío desde que murió Tierno, un concejal dijo que Sahagún tiene un morro que se lo pisa. ¡Yo creía que lo mío era lo del pelo! ¡Pero si quieren ver morros, que miren a su secretario general!Dentro del mensaje pluridireccional del CDS, el candidato a alcalde aseguró, en la mejor línea de la izquierda extraparlamentaria, que el PSOE ha vendido España a las multinacionales, para luego asegurar, a semejanza de un ex ministro del Interior, que él mismo, personalmente, luchará contra el tráfico de drogas hasta detener al último traficante.

Punset, en ese difícil equilibrio del centro, pronunció una frase significativa, sobre sus competidores socialista y conservador: "Con Morán discrepo, pero de Fraga me protejo".

El mensaje de Suárez reincidió en sus mítines anteriores: "Nosotros vamos solos". Una tesis que había repetido tanto que a cuenta de ella soportó el domingo, en Ávila, la última broma de la campaña: Los informadores de cada lugar al que llegaba Suárez abrían siempre las conferencias de prensa con una misma pregunta: "¿Con quién va a pactar usted después del 10 de junio?". Así que la decena de informadores que le han seguido durante la campaña se puso de acuerdo para plantear la cuestión. Pero no una vez como venía ocurriendo, sino en la pregunta que formulase cada uno de ellos.

Suárez miró con estupor a la periodista de un diario madrileño que inició la rueda planteando el pacto poselectoral. No era lógico: los informadores de cada localidad reciben de nuevas al ex presidente; pero la decena de periodistas de Madrid le ha escuchado siempre la misma respuesta. Y hasta cinco veces se hizo el pasado domingo la misma pregunta con distintas palabras, entre las risas contenidas de los enviados especiales y el gesto confuso de Suárez. La broma quedó desenmascarada cuando uno de los reporteros preguntó al presidente del CDS qué le parecía la idea de que el elector escribiera en su papeleta el nombre del partido al que desea votar y, en el renglón inferior, el nombre del partido con el que le gustaría que pactase.

Anoche, Suárez recalcó el planteamiento de su partido durante toda la campaña: el PSOE es prepotente, propicia el amiguismo, ha esparcido el miedo. Sobre todo, según Suárez, el miedo a no ser del PSOE y quedar sin opciones en la Administración. "Han convertido el carné socialista en un título académico", aseguró.