Las eléctricas presentarán su ejercicio de 1986 con "auditorias limpias", según Industria
Las empresas eléctricas, que en las dos próximas semanas celebrarán la junta general de accionistas, presentarán sus balances y cuenta de pérdidas y ganancias con unas "auditorías limpias", gracias al esfuerzo de saneamiento realizado en los últimos años y a la instrumentación de una partida contable denominada costes diferidos, según Industria.
La Dirección General de Energía del Ministerio de Industria ha autorizado, prácticamente a todas las empresas eléctricas, su balance y cuenta de resultados correspondientes a 1986. Por vez primera, el Ministerio ha autorizado a las empresas a abrir una cuenta de orden en la que figuran los costes diferidos; es decir, los decalajes que existen entre los ingresos correspondientes a la producción en sus nuevas instalaciones y los costes generados en su construcción que deberían ser amortizados en el ejercicio.Industria y los auditores externos ratificarán la apertura de estos capítulos, con el reconocimiento explícito por las empresas de que serán unos costes que tendrán que ser amortizados en un tiempo prefijado que no supere los cinco años. Al mismo tiempo, Industria ha recomendado a las sociedades que el pasado año incluyeron costes diferidos en sus balances la apertura de otra cuenta transitoria que les obliga a amortizar en tres años los costes diferidos declarados en 1985. Esta disposición afecta básicamente a Hidrola, que difirió 13.000 millones en 1985, a Sevillana y a Unión-Fenosa.
Esta última empresa, por su lado, anulará con cargo a reservas voluntarias 80.000 millones de exceso de activación que tenía en sus balances anteriores. De esta manera, la empresa gallego-madrileña habrá saneado completamente todas sus partidas polémicas. Con todo, Unión-Fenosa destinará este año más de 4.000 millones del fondo de pensiones de la sociedad, y después de distribuir un dividendo del 5,5% (un punto más neto que el pasado año) dejará como remanente más de 1.000 millones de sus beneficios.
Hidroeléctrica Española también presentará un balance limpio, según Industria. La empresa madrileña tendrá unos costes diferidos de unos 20.000 millones de pesetas, correspondientes a sus inversiones en la central nuclear de Cofrentes y otras de carácter hidroeléctrico. Sus beneficios serán similares a los del pasado año y podrá distribuir el 6,5% neto, el mismo porcentaje que el pasado año.
Iberduero continuará con la misma salvedad en su balance en relación a las inversiones inmovilizadas en los dos grupos de Lemóniz, bajo el argumento de que ambas están bajo la normativa legal de la moratoria nuclear. A este respecto, el ministerio estudia la prórroga, a partir del 1 de enero de 1988, de la cobertura financiera de la moratoria, en espera de que el Gobierno decida y proponga al Parlamento qué hacer al respecto. Los estudios actuales del ministerio indican que no será necesaria nueva potencia eléctrica hasta 1994, por lo que la decisión para construir nuevos grupos generadores se retrasará un par de años.
