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Ferrer Salat: "Vengo con apostólicos deseos de colaboración

Luis Gómez

Carlos Ferrer Salat, de 56 años, nuevo presidente del Comité Olímpico Español (COE), vivió ayer su primera jornada atendiendo "a los todopoderosos medios de comunicación" en su despacho, un despacho vacío, que ocupó su primera actividad: poner un par de plantas, rescatar una bandera olímpica, situar unas docenas de libros en las estanterías y tomar una foto del Rey. Ferrer Salat viene a colaborar y, sin negarlo, a conseguir dinero: "Soy un profesional de la obtención de recursos". Hoy será recibido por el Rey.

Pregunta: Parece que le han dejado poca herencia a la vista de este despacho.Respuesta: Bueno, hay que tener en cuenta que todo eran efectos personales de mi antecesor.

P: Además, ahora tiene que diseñar las funciones del COE, porque se le ha llegado a definir como una agencia de viajes", como una delegación del Gobierno, como un búnker donde se recluía un sector derechista de los directivos del Deporte...

R: Bueno, eso de la agencia de viajes es una caricatura afortunada de Herminio Menéndez, el piraguista. Pero el COE ha sido más que eso. Lo que pasa es que ha tenido problemas en su historia, ya larga. Hubo un condicionamiento primero que era el de que el delegado nacional de deportes simultaneaba su puesto con el de la presidencia del COE, con lo cual era un organismo muy subsidiario, que se tenía con una función muy específica y en una situación de sumisión. Con la Democracia, con Benito Castejón y Jesús Hermida, se mantuvo este sistema, hasta que llegó el año 82, un año importante; hubo un cambio político y el PSOE tenia en su programa separar ambos puestos, pero Romá Cuyás asumió por elección la presidencia del COE. Luego vino el decreto pro-Roca, como lo llamo yo, que provocó gran agitación y entró Don Alfonso. Entonces, el COE vivió una situación precaria en su relación con el, Gobierno y, finalmente, mi antecesor decidió convocar elecciones.

P: Y ahora llega usted.

R: Sí, y es la primera vez en su historia que el COE asume con naturalidad un deseo de colaboración, que siempre he procurado hacer valer en mi programa.

P: Lo cual quiere decir que hay que llevarse bien con el Gobierno.

R: Con el Gobierno hay que estar a partir un piñón. Mi programa ha sido fruto de 130 reuniones y, antes de lanzarlo, lo consulté con Samaranch y con Gómez Navarro y me dio su bendición. Quería asegurarme de que la labor del COE, se complementaría con la que hace el Gobierno en materia de deportes. Voy a encajar permanentemente. No habrá ni interferencias ni solapamientos.

Independencia

P: Para ello será necesaria la independencia económica.R: Sí, hay necesidad apremiante de mayores recursos, pero el COE en si no necesita demasiados para su funcionamiento. Lo que sí debe ser es un generador de recursos y servicios para las federaciones.

P: Qué parte de su mensaje electoral cree que le ha proporcionado el voto de la asamblea.

R: Creo que las razones humanas. Me he permitido conocer a todos los miembros del COE a través de muchas. reuniones, reuniones de 3 y 4 horas. Me han hecho sugerencias y esta voluntad de consulta facilita una corriente de confianza. Me ha ayudado. Creo que he mantenido más contactos que mis otros colegas.

P: Pero, sin embargo, parece que el voto lo ha decidido el hecho de que en su mensaje hubiera siempre referencias a que con usted vendría el dinero.

R: Ha influido. Ahora es menos necesario, decirlo, pero lo cierto es que soy un profesional de la obtención de recursos. He sido el recaudador de la CEOE, donde dediqué el 40% de mi tiempo no ha hablar con Camacho, Redondo, González, Suárez o Boyer sino a tratar con empresas y pedir apoyo a la CEOE. Eso requiere no pedir dinero. Lo que hay que hacer es mantener contactos con quienes te lo pueden dar cuando lo necesitas.

P: El COE se había convertido en un reducto de reacción contra el Gobierno. Como va a seguir siendo ahora.

R: Eso está ya olvidado. Es historia. Ayer, el propio Romá Cuyàs, víctima y, no instigador del decreto pro Roca, acudió al COE como un miembro más y creo que gozó de simpatías.

P: Una de las primeras situaciones con las que se va a encontrar es la relativa a los Juegos Mediterráneos, en Siria, donde el Gobierno ha organizado la participación española, al parecer por compromisos, políticos, y ha dejado en un papel secundario al COE.

R: El CSD es el máximo organismo del deporte español. En estos momentos, el COE ha tenido una participación necesaria pero modesta. Pero en, estos asuntos debe existir un maridaje, nuestras relaciones deben de estar bendecidas por la Iglesia, como si fuera un sacramento.

Samaranch

P: Samaranch habrá suspirado al conocer su triunfo.R: Me parece que sí, aunque hubiera felicitado al que saliera. Supongo, deduzco, que mi elección ha sido una confirmación de que la iniciativa de proponerme como miembro del COI ha tenido una base.

P: También habrán suspirado en el Ayuntamiento de Barcelona y en la Generalitat.

R: Hubieran suspirado con cualquiera. La experiencia es que ha existido una colaboración que ha sido clave del éxito.

P: Pero el COE no colaboró con entusiasmo.

R: No fue el promotor de la candidatura, pero colaboró. La iniciativa se promovió en 1981 por inspiración divina. Digamos que su colaboración ha ido a un ritmo sereno.

P: Ahora que todo ha pasado, qué tiene que decir de ciertos movimientos que hubo para llegar a una candidatura única sin su persona de por medio.

R: Lo leí en la prensa. Mi experiencia directa no lo registró. Fui a ver al ministro Solana y a Gómez Navarro y me prometieron su neutralidad completa.

P: Entonces, no viene con deseos de venganza.

R: Vengo con apostólicos deseos de colaboración.

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