Barbie repite en su regreso ante el tribunal que fue secuestrado

El ex comandante de la Gestapo en Lyón Klaus Barbie volvió a comparecer ayer ante el tribunal que le juzga en esa misma ciudad francesa por crímenes contra la humanidad, después de ocho sesiones celebradas en su ausencia. El acusado se negó a responder a las preguntas y leyó de nuevo unas frases en las que asegura encontrarse en Lyón como resultado de un secuestro. Los testigos reconocieron en el anciano acusado al nazi que les torturó personalmente hace más de 40 años.Numerosos abogados de las partes civiles y corresponsales de prensa regresaron ayer a Lyón tras el anuncio de la aparición del acusado en el banquillo. La sala volvió a llenarse, como en las tres primeras sesiones del proceso. El presidente del tribunal decidió obligar a Barbie a comparecer ante el tribunal ante la declaración de cuatro testigos, y a la vez partes civiles, que no habían sido confrontados con el anciano nazi durante la instrucción.

Jacques Vergés, el abogado defensor, que había insinuado la posibilidad de retirarse y de interrumpir el juicio, declaró ayer que pensaba permanecer en la sala, pero que tanto él como su cliente guardarían silencio. Vergés aseguró que "no se puede hacer nada a la fuerza" y afirmó que el estado de salud de su cliente no le permitía asistir a varias sesiones prolongadas del juicio. Barbie tenía 22 de tensión arterial el día 13 de mayo, cuando decidió abandonar la sala.

La decisión del presidente del tribunal sobrevino el mismo día en que varios testigos contaron la muerte heroica del profesor de biología Marcel Gompel, "uno de los dos franceses que entienden mis teorías", según Albert Einstein. Gompel fue torturado hasta la muerte, a sus 61 años, para obligarle a explicar las notas codificadas de su agenda. Este eminente profesor universitario e investigador pertenecía a una familia judía instalada en Francia desde el siglo XIV, participó en la I Guerra Mundial, donde fue herido de gravedad, y formaba parte de la Resistencia. La aceptación de la demanda civil por el caso de Gompel ha sido una de las claves del proceso de Lyón.