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LAS ELECCIONES DEL 10 DE JUNIO / MADRID

11 partidos concurren a las elecciones para propagar sus ideas, sin esperanza de alcanzar una representación

Once grupos políticos concurren a las elecciones en la región con el ánimo de difundir sus ideas, más que el de alcanzar una concejalía o un escaño en la Asamblea. Sus posibilidades electorales son tan escasas como sus finanzas -el presupuesto no alcanza el cuarto de millón-. En muchos casos, la ra dicalidad de su discurso -que suele pasar por el derribo del sistema- les lleva a olvidar sus soluciones para el exceso de tráfico o la escasez de vivienda.

Hay dos formaciones verdes y cinco de extrema izquierda. Los Verdes ven como grandes problemas de Madrid el hacinamiento y la contaminación y la dictadura del automóvil sobre el peatón. Se comprometen a que no se construyan más autopistas; a evitar que se amplíe la M-30, y a implantar carrilesbici.La Confederación de los Verdes pone el acento en humanizar la ciudad; fomentar el reciclado de residuos urbanos para financiar cooperativas juveniles; eximir del pago de los transportes a jubilados, estudiantes y parados y un control fiscal de las viviendas vacías.

En la extrema izquierda, Unidad Popular Republicana (UPR) jura que el adjetivo republicano no es ocioso, aunque el ámbito sea municipal, y cita el antecedente de las municipales de 1931, en las que España se acostó monárquica y amaneció republicana. No se presenta a la autonomía: "Todos los madrileños saben que la autonomía es un ente ficticio".

El objetivo del Partido Obrero de los Revolucionarios de España (PORE) es "desplazar de los ayuntamientos a los partidos de la burguesía, que son los máximos representantes de los intereses caciquiles, inmobiliarios y burocráticos". El PORE propugna el control de los concejales por asambleas de vecinos y aboga la municipalización de todo el suelo urbano y de los transportes públicos.

La Liga Obrera Comunista (LOC) define así su trotskista enfoque: "Los ayuntamientos están destinados a perpetuar el control social de la burquesía sobre los oprimidos". No dudan, pues, qué papel reserva la historia a los concejales de la LOC: "Convertir el ayuntamiento en una plataforma de trabajo del partido".

La visión del Partido Obrero Socialista Internacionalista (POSI) es tajante sobre el tráfico o la inseguridad ciuadana: "A esas cuestiones no descendemos". El POSI preconiza que sean los ayuntamientos quienes recauden todos los impuestos -personales, directos y progresivos- y luego den una parte a Hacienda, al contrario que ahora. Quieren limitar drásticamente el precio de los alquileres (un 10% del salario del inquilino).

De Unificación Comunista de España (UCE) se sabe que es "marxista-leninista-pensamiento Mao Zedong". Consideran a la URSS "un país imperialista". No tienen mejor opinión de las "autonomías socialistas": "Se han convertido en un instrumento de poder del Gobierno central y se caracterizan por su amiguismo, corrupción y absoluta ineficacia". Tienen el lema más largo: Parlamentarios al servicio del pueblo: que hagan lo que dicen y que digan lo que hagan.

Igualar salarios

También se dice de izquierdas "somos una izquierda nueva; no una secta" el Partido Humanista. Pretenden "una autonomía descentralizada, en oposición a las ideologías que privilegian al Estado o la autonomía por encima del hombre". Prometen igualar los salarios municipales; cooperativizar las empresas en quiebra y multiplicar la atención sanitaria, los hospitales y las escuelas.El madrileño también tiene donde elegir en la derecha. Falange Española de las JONS ve arduo concretar su oferta: "Las soluciones concretas no caben en un programa de amor, y nosotros, sobre todo, amamos Madrid".

Juntas Españolas rehúsa que se se le encasille en el franquismo sociológico o en la extrema derecha: "Aspiramos a recoger la frustración de grandes sectores de españoles descontentos con la acción política de estos últimos años", dicen. Preconizan reforzar la vigilancia sanitaria de los comercios, más guardias y aguas más limpias.

Por últimos, la Agrupación Independiente está forjada por antiguos miembros de AP dejados fuera por los nuevos tiempos del partido. "Nosotros estamos por los nuevos modos y no por los nuevos tiempos" proclaman. "Nos definimos fundamentalmente como gestores del problema cotidiano".

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