Doble derrota de Peres sobre la conferencia internacional de paz para Oriente Próximo

El viceprimer ministro y responsable de la cartera de Asuntos Exteriores en el Gobierno israelí, Simón Peres, sufrió ayer una doble derrota. Por un lado, Peres no se atrevió a someter su proyecto de conferencia internacional de paz sobre Oriente Próximo al voto del Gobierno, ya que sabía que no contaría con una mayoría de votos, y por otro, su llamamiento al término de la reunión del Gabinete de "someter el problema al pueblo" -es decir, de organizar una consulta electoral con este motivo- no deja de ser un deseo piadoso.

Actualmente, los laboristas israelíes no pueden reunir una mayoría en el Parlamento y proclamar la disolución de la Cámara y la convocatoria de elecciones anticipadas.Por la misma razón, Simón Peres no anunció la dimisión de los laboristas del Gobierno de unidad nacional, temiendo que el primer ministro, Isaac Shamir, pueda movilizar al número suficiente de diputados (al menos 61) para constituir un Gobierno restringido.

El Partido Laborista difundió un comunicado invitando a Shamir a "dimitir, pues un primer ministro que rechaza la ocasión de establecer la paz no es dígno, de permanecer en su puesto".

La coalición de Shamir, el Likud,_respondió inmediatamente con otro comunicado en el que acusa a Peres de haber "conspirado contra el Gobierno desde el acceso de Shamir a la presidencia del Gobierno. Toda la historia de la conferencia internacional de paz no es más que un pretexto para minar el Gobierno y provocar elecciones anticipadas". Un comentarista de la radio israelí ha señalado a este respecto: "Ya ha sonado el primer disparo anunciando la campaña electoral". Es posible, pero no del todo seguro.