Los ministerios españoles actúan sin coordinación en la Comunidad Europea

La Administración española ha trasladado a su representación en la Comunidad Europea la falta de sincronización y las rivalidades existentes entre los distintos sectores del Ejecutivo, lo que dificulta la eficacia en las negociaciones dentro de las instituciones comunitarias. Manuel Marín, vicepresidente de la Comisión Europea, ha enviado un extenso informe a Presidencia del Gobierno, después de mantener una tensa conversación, en el mes de marzo, con el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, sobre la irregular coordinación de los distintos departamentos.

Casi año y medio después del ingreso de España en la Comunidad Europea, es evidente la escasa coordinación entre la representación permanente en la CE, la Secretaría de Estado para la Comunidad y los diferentes ministerios. El envío de órdenes discrepantes sobre un mismo tema por dos departamentos, el olvido de notificar al embajador comunitario las instrucciones sobre la postura a defender en determinados comités e incluso la exposición en un mismo grupo de trabajo de puntos de vista contradictorios por parte de funcionarios españoles forman parte de la rutina. Un alto funcionario de dicha representación ha llegado a estimar en un 30% los asuntos pendientes para los que "no se reciben órdenes de Madrid".Esta falta de coordinación se hace patente en la misma representación española en la CE, que, en año y medio, sólo ha celebrado dos reuniones de todos los consejeros. Antes del ingreso en la Comunidad se celebraba una media de tres por semana. En algunas ocasiones, las diferencias han llegado al extremo de que expertos de distintos ministerios se arrebaten el micrófono durante reuniones de trabajo.

Las rivalidades han llevado también a un continuo incremento del número de funcionarios, que en algunos casos cobran sueldos superiores a los del embajador español ante la CE y del comisario Manuel Marín.

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Editorial en página 8