Los bancos, salvo el Banesto y el Santander, volverán a prestar dinero en bloque a los partidos políticos

La financiación que los bancos proporcionen a los partidos políticos para hacer frente a los gastos de la campaña para las elecciones municipales, autonómicas y al Parlamento Europeo procederá en esta ocasión de un grupo de entidades del que no formarán parte ni el Banesto ni el Santander, y aún está pendiente de decidirse el Banco de Vizcaya. Los cinco bancos medianos formarán parte del grupo, y la patronal bancaria no participará como coordinadora de la operación.

Los grandes bancos nacionales han decidido, en su mayor parte, volver a repetir la experiencia del pasado año, cuando constituyeron un grupo que repartía la financiación a los partidos políticos de manera conjunta y en función de los depósitos de cada uno de ellos. En esta ocasión, no obstante, dos entidades se descuelgan de esta operación conjunta. El Banco Español de Crédito y el Banco de Santander han contestado negativamente a la invitación del resto de entidades para que entren a formar parte del grupo financiador.Las razones que en numerosas ocasiones han aducido los dos máximos ejecutivos de estos dos bancos, que no son los que estaban hace un año, para decir que no en esta ocasión se refieren a la mala imagen que en su opinión se creó la banca por actuar conjuntamente, y sobre todo porque apoyó por encima de lo que las encuestas pronosticaban al paritdo Reformista Democrático, de Miguel Roca.

Año sabático del Santander

Emilio Botín hijo, presidente del Banco de Santander, señaló recientemente que su entidad .se daría un año sabático en este aspecto", y no hacía sino reafirmar las palabras de su padre, el anterior presidente del Santander, cuando transcurridas las elecciones generales señaló que la fórmula había sido un fracaso. José María López de Letona, vicepresidente y consejero delegado de Banesto, ha manifestado también en numerosas ocasiones su rechazo a esta fórmula.Por el contrario, los bancos que integrarán el grupo consideran como primer punto positivo que en esta ocasión se ha recuperado la mayor parte del dinero facilitado a los partidos políticos. En este sentido se señala que tanto el partido socialista como el Centro Democrático y Social han terminado de pagar ya las cantidades adelantadas en su momento. Alianza Popular también va pagando una parte importante de los créditos obtenidos, lo mismo que Izquierda Unida y el resto de formaciones políticas que obtuvieron representación parlamentaria.

Sigue sin solucionarse en absoluto la deuda contraída por el partido de Roca, que aunque después de las elecciones de junio dijo que hablaría con los bancos en septiembre, no lo ha hecho todavía.

Por tanto, cuatro de los grandes bancos -Central, Bilbao, Hispano y Popular más los cinco medianos -Zaragozano, Banca March, Pastor, Sabadell y Herrero- formarán parte del grupo financiero. El Banco de Vizcaya no ha contestado todavía, pero en medios del sector se espera que lo haga de forma afirmativa y se integre en el grupo.

Una de las variaciones que este grupo tendrá frente al formado con motivo de las anteriores elecciones es la decisión de que la Asociación Española de Banca (AEB), patronal del sector, no participe como coordinadora de la operación. Ésta fue una de las principales críticas de que fue objeto el sector bancario el año pasado, ya que era muy dificil diferenciar la "actuación personal del presidente de la patronal, Rafael Termes, de su figura institucional como máximo representante de la organización empresarial".

En medios de algunos partidos políticos se señala que tras la aprobación de la ley de financiación a los partidos políticos, y después de haber aceptado garantizar los créditos recibidos con las subvenciones y ayudas estatales, los problemas para obtener los recursos suficientes no serán excesivos. La buena actuación que están teniendo, al haber pagado completamente o buena parte de los créditos electorales anteriores, también ayudará a ello.