Diego Armando Maradona
ha encontrado un temible competidor en san Genaro, cuya imagen ha sustituido a la del futbolista en las banderolas del equipo de fútbol de Nápoles. Los habitantes de la ciudad han redoblado sus esperanzas de ganar la Liga ante la espectacular licuación de la sangre de san Genaro ocurrida a última hora de la tarde del sábado pasado, que, según el vicario episcopal Muller, se produjo tan rápida y tan clara "como no lo había visto en 55 años". Los napolitanos, que ven en la licuación de la sangre una señal que les protegerá contra guerras y calamidades, han interpretado este año que su santo patrón interviene para que el Nápoles consiga el ansiado scudetto. En consecuencia, los vendedores de banderolas del club, siempre sensibles a los cambios de preferencias de su clientela, han procedido a sustituir del centro del trapo la imagen del argentino por la del santo benefactor.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.