Economía prohíbe la remuneración de las pesetas convertibles

El Ministerio de Economía prohibió ayer, dentro del marco de medidas de control monetario, la remuneración de las cuentas de pesetas convertibles para poner freno a las fuertes entradas de capital extranjero que están teniendo lugar como consecuencia de la depreciación del dólar y los altos tipos de interés registrados en España.La decisión de prohibir temporalmente que bancos y cajas de ahorro remuneren los depósitos en pesetas convertibles que mantienen en sus balances y que han aumentado de forma espectacular en los últimos meses es una medida más para frenar la entrada de dinero caliente que, con movimientos especulativos, se ha refugiado aquí. El saldo de pesetas convertibles a finales del mes de enero, último dato que se conoce, ascendía a 778.000 millones de pesetas con un incremento de 200.000 millones de pesetas en 1986.

Las entradas de dinero exterior por esta vía se incrementaron de tal forma que el Banco de España decidió someter a coeficiente de caja dichos recursos para que resultara más caro tomar dinero fuera para mantener la actividad crediticia de bancos y cajas y ahora, ante el hecho de que siguen entrando elevadas cantidades de dinero, se ha forzado algo más la situación prohibiendo que estos pasivos sean remunerados. Con ello, se señala en el Banco de España, se hace lo mismo que en la República Federal de Alemania, donde, ante los movimientos especulativos contra el dólar, se acepta la entrada de dinero pero no se le remunera hasta que no cesan los movimientos especulativos.

La decisión del Ministerio de Economía y Hacienda tiene valor para depósitos superiores a los 10 millones de pesetas, por lo que se sigue protegiendo a los inversores individuales y a los pequeños usuarios de este tipo de cuentas.

El mantenimiento de un fuerte crecimiento de la cantidad de dinero en circulación, consecuencia, entre otras cosas, de las fuertes entradas de capital extranjero y el fuerte crecimiento de la demanda interna de la economía española, ha obligado a las autoridades económicas a endurecer de forma progresiva la política monetaria para tratar de volver cuanto antes a la senda de crecimiento esperado.

Las elevaciones de tipos de interés llevadas a cabo por la autoridad monetaria hicieron más atractiva la entrada de capitales exteriores, que, en plazos cortos, apostaron por la obtención de rendimientos importantes. Para impedir esta entrada de dinero y poder controlar de mejor manera el crecimiento del dinero en circulación, es para lo que se han tomado las últimas medidas.