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Un francotirador siembra la muerte en Florida

Seis personas murieron ayer alcanzadas por los disparos de un hombre armado con un rifle y una pistola que durante ocho horas se hizo fuerte en un centro comercial de Palm Bay (Florida, EE UU). El tiroteo empezó fuera del establecimiento, aparentemente como una disputa entre vecinos, y concluyó con la captura del asesino cuando pretendía huir a la carrera de los gases lacrimógenos lanzados por la policía. En el otro extremo del país, en California, la policía ha detenido a un hombre como presunto autor de al menos seis asesinatos. Les cuerpos de las víctimas, al parecer prostitutas, fueron enterrados en los patios de las casas en las que el sospechoso había trabajado o vivido ocasionalmente.

El protagonista de la matanza de Florida, no lejos de cabo Cañaveral, es William Cruse, un sesentón caracterizado por su paranoia, su gusto por las armas, su temperamento explosivo y su aborrecimiento de los niños, según los vecinos.Los antecedentes inmediatos de lo ocurrido ayer habría que buscarlos en un incidente sucedido la pasada semana. Cruse realizó un acto de exhibicionismo, lo que no hizo otra cosa que azuzar a los críos contra él. "Justo antes de que empezaran los disparos, un grupo de chavales se estaba metiendo con él, corriendo ante su patio y gritando", en palabras de una vecina.

Según los testigos, Cruse salió de su casa armado, disparó contra un niño, que resultó herido, y mató a un perro. Después se dirigió a un centro comercial próximo. Allí realizó varios disparos antes de cruzar la calle e irrumpir en otro gran establecimiento, donde tomó algunos rehenes. Algunos clientes se encerraron en las cámaras frigoríficas, donde permanecieron durante las largas horas que duró el asedio. Para entonces ya se habían producido seis muertos, dos de ellos policías, y una docena de heridos.

Unos 200 agentes cercaron las instalaciones comerciales y se apostaron en los tejados de los edificios próximos. Inmediatamente se estableció comunicación con Cruse, y media hora antes del asalto final con gases lacrimógenos, los tres últimos rehenes fueron liberados. Cruse fue detenido cuando pretendía huir del local gaseado. "No ha dado ninguna razón de por qué lo hizo", declaró más tarde un portavoz oficial.

En el caso de los asesinatos de California, el detenido, Morris Solomon, un negro de 43 años, cuenta con antiguos antecedentes penales como delincuente sexual. Las cuatro víctimas identificadas eran prostitutas. De dos de los cadáveres exhumados en sendas viviendas en las que Solomon hizo algunas chapuzas ni siquiera se ha podido determinar el sexo o el color. Todos los cuerpos han sido descubiertos en Sacramento, la capital californiana.

"Me habéis cogido"

"Me habéis cogido. Yo soy. Soy el que lo hice. Por favor, ayudadme", dijo Solomon al ser detenido. El propio Solomon denunció el pasado verano la aparición de un, cadáver, que ahora parecer ser de una de sus víctimas, en una casa en la que estaba realizando trabajos de albañilería. La policía ha comenzado a revisar todos los casos de chicas desaparecidas en los últimos años en las diversas zonas del norte de California en las que ha vivido Solomon.

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