La policía, convencida de que la bala que mató a María Gabarrón salío del cuartel
La trayectoria de la bala en el cuerpo de María Gabarrón Fernández, la mujer que falleció violentamente hace una semana en Madrid, revela que el disparo que acabó con su vida partió del cuartel de Infantería de Marina cercano a donde paseaba en compañía de su marido e hija. Esta teoría puede verse definitivamente respaldada en el momento en que la sección de balística del Gabinete Central de Identificación de la policía termine el examen del proyectil hallado por un vecino en el seto central de la avenida de San Luis, a unos 150 metros de donde cayó muerta la mujer. El calibre de la bala, 7,62 milímetros, es el utilizado habitualmente en los cetme, fusil de asalto del Ejército español.
Fuentes policiales indicaron ayer que se ha podido establecer la trayectoria exacta del proyectil que segó la vida de María Gabarrón. La bala entró en el cuerpo de la mujer de derecha a izquierda, de arriba a abajo y de delante a atrás, ocasionándole la muerte de forma prácticamente inmediata. El proyectil le perforé el pecho con orificio de entrada cerca del corazón y de salida por la espalda.María Gabarrón, de 50 años, paseaba en compañía de su marido, Restituto Abejón, y de su hija Mercedes, por la avenida de San Luis, vía perpendicular a Arturo Soria, en Madrid.
La familia se encaminaba en dirección á un cuartel de Infantería de Marina situado en la acera de enfrente a una cincuentena de metros. María Gabarrón ocupaba la posición central, su hija Mercedes a su derecha -la más próxima al cuartel- y su marido a su izquierda.
"Está clarísimo que el disparo vino del cuartel", declaró ayer a este periódico Mercedes Abejón, hija de la fallecida. Este testimonio, junto al del viudo, ha corroborado la impresión policial sobre los hechos. El cuerpo de María Gabarrón quedó tendido sobre la acera, a 56 metros del cuartel de la Armada.
"La trayectoria interna de la bala, la reconstrucción efectuada del paseo y la posición supuesta del cadáver no admiten dudas: el disparo partió del cuartel", manifestaron ayer fuentes policiales relacionadas con la investigación del caso. Un portavoz del Ministerio de Defensa declinó ayer hacer comentarios sobre el asunto por entender que "el caso se encuentra bajo procedimiento judicial".
"En la línea recta entre el cadáver y el cuartel no había más personas que pudiesen haber disparado", añaden estas fuentes.
La policía tiene la convicción de una responsabilidad militar, según se desprende de las primeras diligencias efectuadas por el grupo de homicidios de la Brigada de Policía Judicial que han sido entregadas al magistrado Jesús María Calderón González, titular del Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid, quien se ha encargado de las actuaciones. El juez Calderón se ha negado a efectuar declaraciones a la Prensa.
Descartadas otras hipótesis
Fuentes policiales añadieron que se han investigado otras hipótesis pero la "total ausencia de móviles que las explicaran han reforzado la impresión actual".
En este sentido, se ha indagado en la situación económica de la familia, que vivía de tres sueldos. El viudo y el único hijo varón, Juan Carlos, trabajan ambos en un mismo banco con sede en Madrid. La hija, Mercedes, trabaja en la oficina de un hotel en la localidad madrileña de Barajas.
Asimismo, se ha descartado completamente que esta muerte sea obra de un demente. La semana pasada hubo otras cuatro muertes violentes, una de las cuales también presentó ausencia aparente de móvil: un hombre, Francisco Osorio, apareció malherido de bala en el parque de Pradolongo en Madrid. Francisco Osorio ingresó cadáver en la ciudad sanítaria de La Paz. "La posibilidad de un loco criminal actuando en Madrid durante los últimos días ha sido totalmente descartada", añadieron las citadas fuentes.
En el seto central
La convicción de la, autoría militar en la muerte de María Gabarrón se puede ver definitivamente respaldada tras el hallazgo, por parte de un vecino, de un proyectil en el seto central de la avenida de San Luis.
El calibre del proyectil hallado es de 7,62 milímetros, modelo que es habitualmente utilizado en los CETME. El examen del proyectil permitirá saber incluso el arma que lo disparó, señalaron ayer fuentes policiales.
Desde que se produjo la muerte, la bala había sido buscada insistentemente por toda la zona para lo cual incluso se había llegado a utilizar, sin éxito, un detector de metales.
El juez Calderón ha ordenado a la policía que realice una inspección del armamento del cuartel, aunque hasta el momento con resultado negativo. "Han aparecido cargadores incompletos de algunos subfusiles, pero en ninguno de estos casos se ha podido demostrar que fueran disparados el pasado jueves", dijeron fuentes policiales, que resaltaron el hecho frecuente que ocurre en la mili: los soldados se suelen quedar con balas para utilizarlas como colgantes o llaveros. Se ha comprobado también que las armas de los dos centinelas que estaban de guardia cuando falleció María Gabarrón no fueron utilizadas.
Por otra parte, Restituto Abejón, viudo de María Gabarrón, visitó de nuevo en el plazo de una semana los servicios funerarios: ayer murió en Madrid un cuñado de Restituto, de nombre Ceferino, al ser arrollado por un motorista en la puerta de un conocido bar de ambiente taurino, donde trabajaba en la calle de Alcalá. "La desgracia no acaba de zafarse sobre nosotros", declaró ayer Mercedes Abejón.
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