El mercado sigue de vacaciones

La falta de actividad fue la nota más destacada en la solitaria vuelta de las vacaciones del mercado madrileño, lo que llevó al volumen negociado otra vez al nivel de los 6.000 millones de pesetas efectivas. Los operadores justificaron esta inactividad por la falta de expectativas y por las incertidumbres que ha despertado la evolución del índice de precios al consumo, aguardándose con gran interés la publicación del correspondiente a marzo. Cualquier línea de actuación basada en los datos pasados del IPC debe ser ahora revisada, y el mercado va a tardar algunos días en digerir tan inesperado trámite.La trayectoria de las cotizaciones se ha ajustado perfectamente a esta falta de definición del mercado, produciéndose altibajos constantes en todos los sectores con lo que se ha evitado indicar cualquier tendencia. Tampoco las posiciones al cierre permitían deducir comportamientos futuros del mercado, aun que una vez más los tanteos compradores se hacían notar con más fuerza que la presencia de papel.

La apatía con que se inició la sesión ha impedido a los valores eléctricos una evaluación del posible fin de la moratoria nuclear y de la amortización de las obras de Lémoniz, limitándose el sector a registrar algunos altibajos. Un problema más que queda aplazado ante la incapacidad del mercado para tomar decisiones. La escasa actividad de esta jornada se centró en los sectores industriales, los únicos en los que se han dado algunas diferencias que dejan traslucir la existencia de un mercado con oferta y demanda, aunque el conjunto se ha visto anulado por los resultados de los tres grandes sectores.

El grupo bancario registró un descenso en el negocio de casi 200.000 títulos, en lo que se refiere a los siete grandes, valores entre los que abundaron las repeticiones. Un cierre igualmente aburrido y falto de actividad fue el digno broche de esta jornada.