_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Explicación de un 'atraco'

La carta al director que ayer publicó este periódico, firmada por el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás y Valiente, me invita a intentar una explicación pública de un suceso minúsculo, pero que, por diferentes causas, se ha hinchado demasiado y, por lo que parece, ha producido ya graves repercusiones. Quiero pedir disculpas al presidente del alto tribunal por lo que creo en conciencia que fue un atraco periodístico en regla.La Asociación Española de Ciencia Política y Derecho Constitucional, que celebró la semana pasa da su VI congreso nacional en Albacete, tuvo la amabilidad de invitarme a una cena oficiosa el pasado 7 de abril, víspera de la inauguración del encuentro jurídico. La invitación no era desdeñable, incluso en el puro aspecto alimenticio, porque esa noche no había un solo establecimiento público en Albacete donde tomarse un bocadillo, dado el cierre total decretado por los empresarios de hostelería.

Pero tenía, sobre todo, el interés de que ese mismo día nuestro periódico había revelado el contenido íntegro del proyecto de ley regulador de la televisión privada, de claras implicaciones constitucionales, y en torno a los manteles se congregaba un puñado de profesores y juristas expertos en la materia. Para el periodista, representaba la ocasión de obtener alguna impresión en caliente o de contrastar opiniones cualificadas.

Poco antes del final de la cena, pedí a dos de los organizadores, los profesores Luis Arroyo y Juan José Solozábal, licencia para suscitar un pequeño debate sobre el tema entre Tomás y Valiente y el presidente de la asociación, Manuel Jiménez de Parga, autor del legendario recurso de Antena 3 en favor de la liberalización de la televisión. Solozábal y Arroyo se llevaron las manos a la cabeza y poco menos que me consideraron loco. "Ni se te ocurra", dijeron. Concluída la cena, me acerqué a Jiménez de Parga y le conté mi frustrada iniciativa. Me dijo que, naturalmente, por él, encantado y, respecto al presidente, que se encontraba de pie a unos metros de nosotros, me animó: "Ahí lo tienes, pregúntale". Así fue como, instantes después, consumé el atraco.

No voy a discutir los gestos realizados ni las exactas palabras pronunciadas -que en su literalidad no recuerdo- y no me atrevo tampoco a calificar de falsa la apreciación del presidente del Tribunal Constitucional sobre lo que cree haber dicho o dejado de decir. Sí me preocupa, en cambio, mi probable torpeza de expresión, a juzgar por las conclusiones a que han llegado algunos colegas, con fundamento en la información, firmada por mí, publicada en EL PAÍS del 9 de abril último.

Porque la impresión que yo percibí en el presidente fue la de una cierta perplejidad ante un modelo de regulación de la televisión privada tan distante del de la Prensa, a pesar de la esencial afinidad entre uno y otro medio de comunicación social, y un esfuerzo por explicarse su sentido -a falta de la lectura del texto íntegro del proyecto de ley-, en la peculiaridad o singularidad del instrumento televisivo. Nunca, como se ha interpretado, una posición favorable a adaptar, a estas alturas, el régimen de la Prensa al proyectado para la televisión.

Pero sea cual sea la naturaleza exacta del botín, es claro que el atraco, con las agravantes de alevosía y nocturnidad, se produjo. Comprendo la indignación de Tomás y Valiente al leer el periódico, si se tiene en cuenta que, tras aquellos minutos, paseamos juntos por la ciudad, hablamos de temas variados y no le advertí que pensara publicar nada. En menor medida, igual le ocurrió a los profesores Manuel Aragón y Pedro de Vega cuando vieron publicados sus nombres, no en virtud de sus intervenciones en el congreso, sino a causa de la conversación que sostuvimos sobre el proyecto de ley socialista. Por lo demás, obviamente, no replanteé la cuestión en la conferencia de Prensa celebrada con Tomás y Valiente en la mañana del día 8, por lo que en el argot periodístico llamamos "no levantar la liebre".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Lamento en cualquier caso el revuelo originado por una información tal vez defectuosamente realizada y siento que por mí culpa se haya tachado de indiscreta a una persona como Tomás y Valiente que, tanto durante su etapa de magistrado como en la actual de presidente del tribunal, se ha caracterizado, junto a su inequívoco talante progresista, por una prudencia desde mi punto de vista exagerada.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_