Patricia Kraus

Ha estudiado solfeo y decoración. Hace culturismo, es monitora de baloncesto, juega al tenis, canta ópera y se entretiene con la fotografía. Lo de Patricia Kraus parece una hiperactividad fruto de un desconcierto propio de su edad. Tiene 23 años, es hija del famoso tenor Alfredo Kraus y, finalmente, parece haber hallado su senda en los campos del pop. Patricia Kraus compone canciones, y una de ellas sonará en Bruselas, en el próximo festival de Eurovisión, como representación española.

Parece Patricia Kraus muy segura de sí misma, aunque también pudiera ser que de tanto conceder entrevistas en los últimos días se haya aprendido la lección. El caso es que muestra una gran resolución en sus ademanes, mira a los ojos de frente y argumenta con concisa destreza sus respuestas. "Precisamente me interesa ahora participar en el festival de Eurovisión, cuando ya no es lo que era, por que entonces no marcará tanto mi futuro. Es sólo un festival más y puede servir para darme a conocer", explica.Nació en Milán, cuando su padre estudiaba ópera en aquella ciudad italiana, aunque, como el resto de sus hermanos tiene la nacionalidad española. Es la tercera de los cuatro hijos de Kraus y sólo ella intentó seguir los pasos de su padre. "Estudié solfeo y ópera y tengo voz de soprano lírica, pero lo mío no es la ópera, porque ésta exige una impostura nada natural y una personalidad histriónica que yo no tengo. Me gustan todas las músicas, pero me hallo mejor en el pop, y dentro de este género, en la música negra. Creo que terminaré derivando hacia la fusion". Se niega Patricia Kraus a admitir que su elección se deba a la ley del mínimo esfuerzo: "No he elegido el pop porque sea más fácil", dice. "A mí me gustan las cosas difíciles; me va la marcha".

De pequeña acudía en ocasiones a las obras en las que intervenía su padre. "A veces, mis padres nos llevaban unos días con ellos. Recuerdo que me impresionaba mucho ver a mi padre cómo se moría en el escenario y encontrarlo después en el camerino haciendo bromas". Quizá de la ópera le queda su afición al teatro, aunque nunca la utilizaron de figurante, y, por derivación, su apetencia por la música en directo. Este verano va a realizar su primera gira, justo después de que salga su primer disco de larga duración y de que participe en Eurovisión. Cree que en un escenario dará mejor que en una grabación. "Me gusta subirme a un escenario, y, además, yo soy una cantante blanca con raíces negras y me encanta casi improvisar sobre la música".

Su padre no dice nada sobre todo esto. "Qué va a decir si ya sabía por dónde iba yo; y tenía muy claro que lo mío no era la ópera". Además, dice Patricia, "en el fondo está encantado de que una se busque la vida". Y en esa búsqueda ha habido un buen comienzo, porque antes de grabar su primer disco -que saldrá al mercado en los próximos días- ya tiene un festival por delante y a la prensa detrás. No estás solo es el título de la canción que va a presentar en el festival y que hoy mismo presenta a los medios informativos. Es una canción propia, como la mayoría de las que se recogen en el elepé que su casa discográfica edita ahora. Porque hacer canciones es una de sus múltíples aficiones, y quizá, si el tiempo y el éxito lo permiten, se convierta en su quehacer principal.