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Juanito teme una grave sanción de la UEFA

Juanito teme que la UEFA le sancione con gravedad tras su expulsión ante el Bayern. "Fue una torpeza tremenda, una irracionalidad, y lo que más me duele es que he vuelto a defrauciar a mucha gente". Juanito ya fue apartado de las competiciones curopeas hace varios años. cuando la UEFA le castigónor dos te mporadas, rebajadas luego a una, por pegar a un juez de línea en un partido contra el Grashoppers de Zúrich.Santillana, por su parte, afirmó: "El árbitro nos perdonó la expulsión a medio equipo cuando le acorralamos tras el injusto penalti que nos pitó. Y si no echó a nadie fue porque tenía mala conciencia".

Desde que fue expulsado por agredir a Matthaus, Juanito ha pasado el tiempo pidiendo perdón a todo aquel compañero, directivo o seguidor que se encontraba por delante. "Es muy duro decir que no tengo remedio porque es difícil explicar algunas reacciones. Llevaba dos años sin meterme en líos y estoy descorazonado", dijo.

La expedición del Madrid compartía tres sentimientos: indignación por la actuación del árbitro Valentirie, esperanza en un nuevo milagro en el Bernabéu y, preocupación por las consecuencias de la mala imagen dada por el equipo, sobre todo con la agresión de Juanito a Matthaus y el asalto al árbitro tras el injusto penalti que supuso el segundo gol del Bayern. Varios jugadores confesaban ayer que hubo alguno que agarró al colegiado del cuello, otro que le dio una patada en el tobille y varios que le zarandearon. En el Madrid preocupa que la UEFA investigue las fuertes declaraciones de algunos Jugadores contra el árbitro.

Leo Beenhakker negó ayer que el Madrid siguiera con el síndrome de las derrotas en el extranjero -el equipo ha perfido los cuatro partidos que ha disputado lejos del Bernabéu, contra, el Young, Boys (1-0), la Juventus (1-0), el Estrella Roja (4-2) y el Bayern Múnich (4-1)-. "Yo creo que ese síndrome se ha superado; el equipo se ha desenvuelto bien, sobre todo en Turín y en Múnich, pero la tensión a veces es terrible y los jugadores no son máquinas". Tras la expulsión de Mino, fue Camacho quien se dirigió al técnizo para que hiciera un cambio y reforzara la defensa.

Matthaus, agredido por Juanito, dijo: "Temí por mi vida. Me pisaron y me dieron patadas". Y Dorffier reconoció: "Buyo no me tocó, pero, si el árbitro pitó penalti, ¿qué voy a hacer yo?. A partir de ahí, los madrídistas buscaron nuestras piernas". El diario Express, de Colonia, afirma: "Tras el injusto penalti, los españoles se volvieron locos". Y Die WeIt, de Bonn, señala: "Contra nueve jugadores, sólo 4-1. ¿Será suficiente?".

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