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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La esencia se va con el perfume

El remake, arte muy noble y no, como se cree, pozo sin fondo de plagios, debe ser una película que lee en otra e interpreta de nuevo; es decir, el mismo espíritu de la adaptación literaría. Si se es capaz de hacer abstracción del origen, la nueva versión puede provocar nuevos entusiasmos. No es el caso, por desgracia del espectador que esta tarde sintonice la película en su receptor, de La dama del expreso, el remake que en 1979 realizó Anthony Page de un clásico Hitchcock de la etapa británica, The lady vanishes, conocida entre nosotros como Alarma en el expreso.

La nueva versión perfuma la atmósfera de los años nazis a través de unas sofisticadas recreaciones y una espléndida fotografia del veterano Douglas SIcoombe al servicio de la ya por entonces decadente productora Hammer, en su tiempo -segunda mitad de los cincuenta, sobre todo- reina del cine de terror. Con el perfume se esfuman las esencias de lo que era una excelentemente bien urdida historia de misterio encerrada entre los compartimientos de un lujoso tren.

Nadie, a tenor de los resultados, diría, si no lo viese en los créditos, que el guionista de este inútil remake es George AxeIrod, sagaz pluma de la comedia sentimental de los años sesenta, de Desayuno con diamantes a Cómo matar a la propia mujer, pasando por Encuentro en París. Los actores son buenos (Elliott Gould, la hoy tan popular Cybill Sheperd, Herbert Lom, Angela Lansbury -quien, por cierto, coincide a la misma hora televisiva con su personaje de escritora detective- Arthur Lowe ... ), pero el esquema hitchcockiano, aun habiendo cambiado el registro de alguno personajes, no sólo, por supuesto, no se enriquece, sino que pierde toda su magia.

Por lo que hace a Tres hombres en una barca, se pretende una comedia sentimental, de pura flema británica, donde tres amigos recorren en barca el Támesis viviendo aventuras y desencantos y cuestionándose lo unos a los otros. Una especie de La caza sauriana, pero sin segundas. La produjo en 1956 Jack Clayton, pero la dirigió el mucho menos competente Ken Annakin.

La dama del expreso se emite hoy a las cuatro de la tarde. Tres hombres en una barca, a la 22.30. Ambas películas, por TVE-2.

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