Escasas posibilidades de variar la tendencia

La única diferencia notable de esta última sesión con respecto a las anteriores es el descenso de la actividad, consecuencia lógica de la resistencia del papel a salir a precios poco ventajosos y de la escasez de dinero. A primera vista puede parecer que el mercado busca esconderse en la inactividad para tratar de evitar el desgaste propio de la ausencia de expectativas, pero la tendencia a corto plazo parece definitivamente trazada y la resistencia de los vendedores sólo puede retrasarla. Todas las noticias del entorno económico son escasamente atractivas para el mercado, y retrasar los acontecimientos puede ser una forma de ganar tiempo en la confianza de que es difícil que las cosas vayan peor.La contratación de la sesión del miércoles es la segunda más baja del año, con 7.608,88 millones de pesetas efectivas, al tiempo que las ventas a crédito se sitúan en el 10% del total negociado. Como contraste, el precio del dinero sigue subiendo, superando ampliamente el 16% a uno y tres meses, mientras que las operaciones a un día en el mercado interbancario ya se acercan a esa cota. Todo indica que no queda sino esperar los resultados del endurecimiento de la política monetaria llevado a cabo por el Banco de España.

El hecho de que el papel trate de no presionar demasiado a las cotizaciones no ha conseguido evitar un nuevo recorte en el precio de los valores eléctricos, para los que la demanda es muy corta. Al igual que el día anterior, la situación de este grupo sirvió de barómetro para el resto, aunque esta vez se han dado algunas excepciones importantes. El sector de automoción no sólo contó con una oferta insuficiente, sino que además la especulación se centró en sus valores, constituyendo el contraste más fuerte de la jornada, pues el avance de 9,85 puntos del grupo era el único que se conseguia ayer.