A revisar urgentemente
El vaivén de los primeros sesenta provocó un sustancial cambio ético en las encopetadas arboledas del cine español, que lo seguirían siendo por años, claro está, sobre todo en la comedia del peor rango, pero que aprenderían, dentro de sus posibilidades, a mirarse el ombligo y a criticar.Casualidad llaman los tontos al destino, pero muy tonto se ha de ser para considerar casual la aparición prácticamente simultánea de títulos como Los atracadores, de Francisco Rovira Beleta; El extraño viaje, de Fernando Fernán-Gómez, o La tía Tula, de Miguel Picazo, que, aunque en voz baja, eran gritos agónicos y desesperados de una poco estimulante realidad. Había, además, en estos productos pericia artística, oficio sólido, con lo cual no vamos a invocar en solitario el siempre invocable fantasma sociológico, por muy visible que su espíritu irrumpa.
Jorge Grau comenzó por aquellas fechas su respetable filmografía, concretamente con el largometraje Noche de verano. Revisada recientemente por la televisión catalana, Una historia de amor, de 1966, demostró ser un sensible documento sobre la situación del intelectual comprometido y sobre las heridas morales que el desamor provoca.
El espontáneo (1964) nunca gozó de prestigio, pero bien puede sorprender hoy esta historia de un ingenuo botones de hotel cuyo optimismo en abrirse camino en el ruedo al ser despedido por su empresa verá su superficie hecha añicos.
Varios subtemas almacena esta película, como el de la homosexualidad, y todos ellos, si no pulidos en lo que sería deseable -eso es algo que la memoria puede traicionar- sí están tratados con sensibilidad y un espíritu sincero de comunicar cosas importantes. Revisarla es una necesidad urgente.
El espontáneo se emite por TVE-2 a las 22.10.
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