Se gana tranquilidad a costa del negocio

El lento descenso que vienen protagonizando los mercados de valores no está exento de incertidumbres ya que, si bien el fondo del mercado continúa siendo negativo, se han creado una serie de mecanismos que permiten ofrecer alguna resistencia a la baja. Uno de ellos es la actuación a muy corto plazo, que permite cambios rápidos en las posiciones y consigue mantener ocupada la atención de los inversores. Cualquier valor que suba o baje con fuerza tiene casi garantizada la posición contraria, no ya en la siguiente sesión, sino dentro de la misma maÑñana. Situaciones como estas se repitieron ayer una vez concluidos los corros y consiguieron darle al mercado un ambiente errático en el que se pasaba de lo malo a lo regular en cuestión de minutos.La mayoría de los corros tuvieron que soportar la constante presencia de la oferta que sin llegar a presionar impedía cualquier intento de recuperación. Sólo los valores más castigados el día anterior disfrutaron de una discreta retirada del papel y cierta actividad compradora, pero siempre en unos términos que no permiten deducir un cambio de orientación a corto plazo. Se continúa operando con la vista puesta en el precio del dinero, cuyo nivel se mantiene por encima del 16% a uno y tres meses.

Las discretas bajas de los valores eléctricos ya indicaban el ambiente en que se iba a desenvolver la jornada, aunque la situación de este grupo no debe tomarse como referencia para las posibilidades del resto. Los valores bancarios, por su parte, registran un incremento en la actividad vendedora y un repliegue del dinero, lo que hizo aumentar sus saldos negativos, más de 200.000 títulos para los siete grandes, y propició un descenso en el volumen negociado. Este descenso en la actividad se dio también en el resto de los grupos, aunque en los corros no se puede apreciar el nivel del negocio de la jornada.