Coche bomba en Beirut contra el cuartel general de las tropas sirias

Ocho personas resultaron muertas ayer y otras ocho heridas -entre éstas cinco soldados sirios- a consecuencia de la explosión de un coche bomba en el sector musulmán de Beirut. El atentado, que se produjo ante el cuartel general de las tropas sirias en la capital libanesa, ha sido considerado como un desafío a Damasco, que hace cinco semanas envió a sus soldados a restablecer el orden en Beirut occidental.El coche cargado con explosivos había sido aparcado junto al perímetro de seguridad montado por los sirios para proteger el hotel Beaurivage, que sirve como sede desde el 14 de julio de 1985 de los observadores enviados por Damasco y también como cuartel general de su fuerza de intervención, desplegada el 22 de febrero pasado.

Este atentado sangriento es el último de una serie en la que se contabilizan 28 explosiones, desde la entrada de las tropas sirias en el sector musulmán de la capital libanesa.

En un intento de contener la escalada de violencia, cuyo objetivo parece tener como fin demostrar la incapacidad de Damasco para llevar a cabo su misión normalizadora en Beirut, los soldados sirios fusilaron en plena calle a tres hombres acusados de disparar con lanzagranadas contra sus posiciones.

Para conquistar la rebelde capital libanesa, el general Ghazi Kenaan, jefe de los servicios de información sirios en Líbano y gobernador de Beirut occidental, había tratado de ganarse la confianza de la población haciendo que la presencia de sus 10.000 hombres fuese lo más discreta posible. Pero la reiteración de los atentados ha obligado a la sirios a multiplicar sus operaciones de patrulla en las calles.