González llama a rebato, y Fraga llena el cartel electoral

La conflictividad social que vive el país desde el pasado mes de diciembre va a resultar un factor condicionante de cara a las elecciones municipales, autonómicas y europeas del próximo mes de junio. El presidente del Gobierno, FeIipe González, ha llamado a la movilización general del partido para que se llegue a las elecciones en un clima propicio para que el PSOE pueda repetir, al menos, los resultados de 1986, no ya los de 1983.En AP hay tranquilidad, porque cuentan con Manuel Fraga, ex presidente del partido, para que haga campaña por toda España. La llave del gobierno municipal, como el de Madrid, está en el CDS, con quien el PSOE tendrá que contar si quiere mantener la alcaldía.

Felipe González, ha decidido que los socialistas tomen la iniciativa y abandonen la actitud de perplejidad con la que han encarado los movimientos de contestación social.

"La situación es muy parecida a la que se vivió en las vísperas del referendum sobre la OTAN, en marzo del año pasado; el presidente ha llamado a rebato, y en momentos como éstos es cuando se demuestra que se equivocan quienes creen que el PSOE sólo tiene señoritos y no militantes", afirmó un dirigente socialista después del almuerzo que el pasado miércoles tuvo González con los parlamentarios del partido.

El presidente seguirá en los próximos días, "tensando la cuerda socialista" para infundir ánimo en el partido, siempre de cara a los próximos comicios. González se reunirá mañana en el palacio de la Moncloa con todos los secretarios generales (provinciales, regionales y de nacionalidad) del partido, y mantendrá diversos encuentros informativos en los próximos días.

"Estamos preocupados por la incidencia que pueden tener los conflictos en las elecciones, pero también confiamos plenamente en que en unas municipales el factor gestión y la imagen del alcalde de cada pueblo es determinante", manifestó un miembro de la ejecutiva socialista.

A pesar del optimismo, ningún responsable socialista se atreve a decir que repetirán los resultados que obtuvieron en las municipales de 1983, y la aspiración se centra en repetir los resultados de 1986.

La principal preocupación socialista está en las grandes ciudades, como Sevilla y Madrid. En la primera, una vez tapado por Alfonso Guerra, el conflicto con el actual alcalde, Manuel del Valle, a quien se pretendía sustituir por Luis Yáñez, se impone una ofensiva general del partido para intentar que el Ayuntamiento sevillano siga en manos del PSOE.

En Madrid ocurrirá otro tanto, toda vez que el CDS, si se mantienen los resultados del 1986, tendrá la llave para la formación de gobierno municipal, situación que esperan se repita al menos en seis comunidades autónomas. Entre tanto, Izquierda Unida, con su candidato Ramón Tamames confía en que se mantenga el pacto con el PSOE, mientras que el cabeza de lista de AP José María Alvarez del Manzano, ve con buenos ojos llegar a un acuerdo poselectoral con el CDS.

En AP hay satisfacción por el servicio que Manuel Fraga realizará al partido antes de irse a Estrasburgo. En su campaña como candidato al Parlamento Europeo, el fundador de AP dejará su impronta en decenas de plazas haciendo gala una vez más, de su infatigable capacidad mitinera. "Sí se mantienen los resultados, Hernández Mancha se atribuirá el éxito; si hay retroceso, el nuevo presidente dirá que tenía razón en la necesidad de rejuvenecer el partido", analizó un presidente provincial de AP.