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Pasquines en el barrio de Pinar de Chamartín para la localización de un violador

Pasquines con las señas personales de un hombre de entre 23 y 25 años han sido distribuidos en el barrio de Pinar de Chamartín de Madrid y colocados en algunos portales con el fin de identificar al autor de una serie de robos con intimidación y violaciones o abusos deshonestos cometidos en los distritos de Chamartín y Buenavista en los últimos meses. Según la policía, se ha denunciado en total una veintena de estos casos desde hace aproximadamente un año, de los que han sido víctimas mujeres de entre 18 y 50 años de edad.

Los pasquines fueron elaborados por los servicios policiales para su uso por los coches patrulla, no para distribuir en el barrio, según ha informado la Jefatura Superior de Policía, pero, según la misma fuente, "al parecer, alguien, por su cuenta y riesgo" ha filtrado uno de ellos, del que se han hecho fotocopias.Las hojas describen a un hombre de 23 a 25 años, de alrededor de 1,70 metros de estatura y complexión más bien fuerte, "algo gordo, con tripa", pelo oscuro, gafas, cara redonda y labios gruesos, datos personales que pueden ser los de un gran número de vecinos de cualquier barrio madrileño.

El presunto violador, según los pasquines, "suele viajar en una motocicleta negra tipo Vespino, con una cadena de seguridad tipo Pitón de color azul". El desconocido "aborda a mujeres solitarias a la entrada de los portales, preferentemente en horas comprendidas entre las diez de la noche y las dos de la madrugada, intimidándolas primeramente con una navaja, que guarda en el bolsillo trasero del pantalón, y pidiéndoles el dinero que llevan, para a continuación abusar sexualmente de las mismas".

Los ataques realizados por la persona cuyos datos se describen en las hojas empezaron en febrero del año pasado, si bien en las últimas semanas ha habido dos casos muy seguidos. Algunos de los conserjes de la urbanización han colocado los pasquines en la parte interior de los portales, mientras otros han preferido no hacerlo, al no conocer la procedencia de las hojas.

Falsos rumores

Los hechos han desatado una oleada de protestas entre los vecinos del Pinar de Chamartín, que se quejan de que la policía no patrulla con la misma frecuencia que antes, con lo que ha aumentado la inseguridad. En ese sentido se encuadra una iniciativa reciente de enviar cartas firmadas por los vecinos a la comunidad autónoma y a la policía solicitando más protección.Por otra parte, también se han propalado rumores en el barrio según los cuales alguno de esos ataques habría afectado a adolescentes e incluso niñas, lo que la policía ha desmentido.

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