Indignación vecinal en el 'triángulo de la jeringuilla'
La paciencia de los vecinos del barrio de Comillas, en Carabanchel, ha tocado techo. Les alivia que la Coordinadora de Barrios fustigue esta zona con sus denuncias. En este triángulo de la jeringuilla se concentra una docena larga de señas donde los yonquis se aprovisionan.Estos negocios los regentan matrimonios de mediana edad y con hijos. Su existencia es un secreto a voces para los vecinos. La policía, según numerosos vecinos, se limita a decomisar la droga que portan los jóvenes en la calle, sólo ocasionalmente los detiene y casi nunca visita los lugares donde se proveen.
La calle Enrique Moyano, de apenas 100 metros de largo, es un multicentro de droga. Seis pisos, repartidos en cuatro portales, han sido acusados de venta de droga. En el portal 1 el piso sospechoso es el 1º, 2. Vecinos del inmueble afirman: "Vienen jóvenes constantemente".
En el número 3 hay dos pisos denunciados: el 4º 2 y el bajo, puerta 3 -y no 4 como se publicó en la lista de la Coordinadora-. "En el 4º ha habido su tema, pero no sé si seguirán. La madre del bajo echó a su hijo hace dos meses y ya no vienen tantos jóvenes", dice un vecino.
El portal 4 es otro nido. Cuenta con dos pisos denunciados. "Los del bajo la pasan en la calle. Es un matrimonio joven y su sueldo de pintor no da para tanto. Los del 3º son un matrimonio de mediana edad, con dos niños. Se chutan. Están consumidos", cuenta una vecina.
La zumería Sheila, en el número 15 de la calle Baleares, concita las sospechas de los vecinos. Cierra pasadas las cuatro de la madrugada. La farmacia próxima agota las jeringuillas en sus guardias nocturnas. Saben que no las venden a diábeticos, pero no hay opción. "Arman el pitote si no se les vende".
