El Gobierno italiano aumentará un 40% los sueldos de los militares
El ministro de Defensa italiano, Giovanni Spadolini, presentó ayer al Gobierno dimisionario de Bettino Craxi un decreto-ley con carácter urgente para aumentar un 40% los sueldos militares, en un intento de sofocar la llamada revuelta de los marescialli (suboficiales), que se ha extendido en las pasadas 24 horas a todas las armas del Ejército mediante la negativa a comer el rancho, en protesta por los bajos sueldos y la prohibición de sindicarse. El gesto de Spadolini ha sido recibido con desconfianza por los revoltosos.
El Ejército quiere aprovechar la actual crisis de Gobierno y la eventualidad de elecciones anticipadas para hacer valer la fuerza de sus votos, pues se trata de más de 130.000 militares y de sus familias.La protesta, que comenzó el pasado martes, ha merecido gran atención de la Prensa. Todos los diarios destacaban ayer en primera página el desarrollo de esta acción. Uno de ellos escribió: "Tienen más razón que un santo". Los partidos políticos han expresado comprensión a las reivindicaciones.
Dos tenientes coroneles se presentaron el miércoles en la redacción del diario romano Il Messagero autorizando al director a publicar una copia de su nómina salarial tachando sus apellidos. El sueldo de un teniente coronel, con 30 años de servicio, era de 169.000 pesetas el mes pasado, según revela el periódico.
Los dos militares desfogaron sus frustraciones con los redactores de Il Messaggero: "Los israelíes ganaron frente a 80 millones de árabes; los vietnamitas vencieron con sus lanchas a los norteamericanos, y ahora es el turno de los afganos contra los soviéticos. Y siempre por lo mismo: eran soldados motivados. Nosotros, al revés, si se nos permite la expresión, tenemos los huevos por los suelos".
Ambos explicaron también que sólo el 25% de los oficiales italianos pueden actualmente ir de vacaciones con sus familias, y que para poder comprar un par de zapatos a los hijos necesitan "hacer un consejo de familia". Y para que se vea que la protesta no es sólo por motivos económicos, apostillan: "Nosotros no podemos gozar de la desmilitarización como los policías y, por tanto, no podemos hacer huelgas sin el temor de ser castigados. No tenemos peso ni interlocutores políticos como los carabineros y los guardias de finanzas. Somos la tropa, y basta. Todos como ovejas mudas a morir de hambre".
Un total de 2.500 peticiones de dimisión han sido cursadas al Ministerio de Defensa en los últimos cinco meses, pero ninguna de ella ha recibido res puesta, han manifestado esos dos militares, agregando que, en realidad, nadie quiere abandonar las Fuerzas Armadas, y que lo que se busca es encontrar jefes comprensivos.
Piden que sus condiciones económicas se equiparen a las de los funcionarios públicos, quienes, por otra parte, se quejan de tener "un sueldo de hambre".
Se lamentan también del ministro de Defensa, Giovanni Spadolini: "Va a hablar a la OTAN, a los norteamericanos, a los aliados, sin darse cuenta que el Ejército italiano no existe ya".
Los dos entrevistados opinan que es lógico el malestar general de la tropa y el consumo de la droga en los cuarteles, porque "a las cuatro de la tarde los despachos de los oficiales se quedan vacíos. Nos vamos a escondidas a buscar otro trabajo, para poder acabar el mes sin que las mujeres nos saquen las uñas y nos humillen porque ganamos menos que un portero".
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