Cárdenas, virtualmente expulsado del PRI mexicano
El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) mexicano aprovechó la carta abierta del dirigente de la corriente democratizadora Cuauhtemoc Cárdenas, ex gobernador del Estado de Michoacán, para considerar que ya no colabora más con el partido. Esta declaración del CEN se considera una forma vergonzante de excluir del partido a dicho dirigente, hijo del legendario presidente Lázaro Cárdenas.
La declaración del CEN del PRI dice textualmente que "quedó enterado a través de la Prensa que el señor ingeniero Cuauhtemoc Cárdenas Solórzano declaró: "Los excesos antidemocráticos y la intransigencia, normas de conducta de la más alta dirigencia partidaria, impiden toda colaboración digna y respetuosa con ella". "La decisión personal del ingeniero Cuauhtemoc Cárdenas de no colaborar más con el partido se hace del conocimiento de los dirigentes y las bases que integran el PRI en toda la República, para los efectos correspondientes", afirma la declaración.Los portavoces del PRI se negaron a comentar el alcance de "los efectos correspondientes". Parece claro que la dirección del PRI, partido que, gobierna en México desde hace 58 años, no se atreve a adoptar abiertamente la medida de expulsar a Cárdenas, y aprovechó la carta abierta del ex gobernador de Michoacán para echarle de forma solapada.
En la noche del martes (hora local), Cárdenas declaró al periódico Excelsior que se enteró por la televisión del comunicado del CEN del PRI. "Yo no he pedido mi baja del PRI. Y éste tampoco me da de baja". Sobre sus pasos inmediatos, dijo Cárdenas que "el asunto es serio". "No quiero hacer declaraciones precipitadas. Medito sobre mi contestación para expresar mi posición. Elaboraré un documento mañana temprano", dijo Cárdenas.
Bajo cuerda, un alto funcionario del PRI comentó sobre el problema planteado por la carta abierta de Cárdenas a los militantes del partido que, "tras largas determinaciones, se buscó, y por fin se encontró, la solución a partir de una coyuntura semántica". El funcionario se refería a la decisión de agarrarse a las frases de la carta de Cárdenas para evitar la convocatoria de los tribunales de honor del PRI, que deberían decretar la expulsión del hijo de una de las figuras históricas de México, el hombre que en en 1938 nacionalizó el petróleo y está situado en el santoral de la familia revolucionaria, al lado de los grandes héroes.
La medida de excluir a Cárdenas contrasta con el intento expreso de la dirección del PRI de lograr la unidad del partido. Esto se manifestó de forma palpable, considerada escandalosa por muchos, en la clausura de la 13ª asamblea del PRI con la presencia de los ex presidentes Luis Echeverría y José López Portillo, a quienes se considera causantes inmediatos de la crisis que hoy día padece México.
La víspera de la decisión contra Cárdenas, un ex presidente del PRI, Manuel Sánchez Vite, que en la 131 asamblea no se sumó a la orgía de abrazos a los ex presidentes, declaró que Cárdenas "está haciendo uso de sus derechos como militante del PRI. Todo lo que dice está fundamentado y no me parece absurdo. Lo absurdo fue la presencia de Echeverría y López Portillo. Es algo inaudito, porque son personas que están condenadas por el pueblo".
Según Sánchez Vite, "el prestigio del PRI no está condicionado con la presencia de dos farsantes -Echeverría y López Portillo-. El partido tiene tradición, solidez e independencia. Su asistencia a la asamblea priísta no tuvo lógica, ya que ellos fueron los que llevaron al país a la bancarrota".
Para Sánchez Vite, los dos ex presidentes son "los políticos más desprestigiados de este siglo. No exagero. Son lo más despreciable que haya podido encontrar en su camino el desarrollo del pueblo de México, lo más sucio que haya producido la corrupción en este país. Echeverría y López Portillo deben seguir sepultados en el cementerio de los malditos".
Las declaraciones de este político muestran la división que puede provocar en el seno del PRI una decisión disciplinaria contra la corriente democratizadora.
Otros dirigentes priístas se han lanzado contra Cárdenas y los democratizadores.
