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Gilberto Baroni,

obispo de la ciudad roja italiana de Reggio Emilia, de 74 años, ha lanzado para esta cuaresma la idea de la "penitencia del año 2000", es decir, que los fieles católicos cumplan sus deberes con Dios absteniéndose de ver la televisión hasta el domingo de Pascua. El prelado Baroni ha efectuado esta petición en una carta pastoral que ha puesto en guardia tanto a la RAI-TV como a Silvio Berlusconi, el rey de la televisión privada.

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