Entrevistador 'varón'
Ante las alusiones vertidas hacia mi persona por Rosa Montero en su columna Tontas, del pasado sábado 28 de febrero, me veo obligado a realizar las siguientes puntualizaciones:1. El entrevistador al que se alude en dicha columna simplemente como un anónimo varón, que emplea "un tono adecuadamente paternalista que dudo mucho hubiera utilizado con un hombre", que mantiene "una actitud chinchante" y que hubiera merecido "un corte sandunguero", tiene nombre propio. El mismo que utilizo para firmar esta carta. Tanta perfidia no debe permanecer en el anonimato.
2. La doble entrevista citada (por mí realizada a Jesús M. Lazkano y Pilar Insertis en el último número de La Luna de Madrid) no contiene en ningún momento descalificaciones ni a la obra ni a la persona de Pilar Insertis. Emplazo a todo aquel que tenga duda a la lectura de dichas entrevistas.
3. Como crítico de arte (que nunca como periodista) y como redactor jefe de una revista con un amplio contenido dedicado a las artes plásticas, he asumido una actitud de apoyo casi militante a una nueva generación de pintores entre los que destaca la citada Insertis. Me causa estupor que un apoyo crítico de varios años (y que a veces me ha colocado en situaciones profesionales delicadas) sea interpretado tan erróneamente. Aconsejo a Rosa Montero la lectura del último catálogo de esta joven pintora, donde, por cierto, comparto textos con Fernando Huici, crítico de EL PAÍS. No hubiera estado de más informarse antes.
4. Siempre he sido consciente, a título personal, de la discriminación sufrida por la mujer. Por ello me sorprende verme convertido, con una carencia total de argumentos, en un nuevo Pieter Botha, esta vez opresor de la causa femenina, causa que dudo se favorezca de la forma en que supuestamente la defiende Rosa Montero. Estoy dispuesto a asumir toda crítica basada en mi trabajo, pero nunca la intromisión, desde perspectivas malintencionadas y simplonas, en mi vida privada.
5. Jamás he considerado genéricamente tontos a los hombres ni tontas a las mujeres. Reconozco, sin embargo, que conozco bastantes individualidades de ambos sexos que reúnen los atributos de tal condición. La lectura de la columna de Rosa Montero ha añadido un nombre más a esa lista.- Redactor jefe y crítico de arte de La Luna de Madrid.
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