Obreros y estudiantes mexicanos se lanzan a la calle en apoyo de los electricistas

Unas 100.000 personas -estudiantes y trabajadores- se manifestaron el martes (madrugada de ayer en España), por el centro de la capital mexicana, para apoyar la huelga del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que demanda un incremento salarial de urgencia del 23% para compensar la pérdida del valor adquisitivo provocada por la inflación, que en 1986 llegó a un 105,7%.

Ante la declaración de huelga de los electricistas, la tercera en la historia del SME, el Estado intervino el pasado viernes la compañía eléctrica para evitar un caos en la ciudad de México, que, con 18 millones de habitantes, es la más poblada de la Tierra.A pesar de la puesta en marcha de los planes de emergencia y de la intervención estatal de la Compañía de Electricidad, durante unos días se palpó en la inmensa ciudad lo que sería el caos que puede desencadenar la falta de energía eléctrica. Algunos barrios de la capital quedaron a oscuras y en zonas del centro fallaron los semáforos, lo que provocó grandes atascos de tráfico. La falta de luz lleva aparejada, casi inevitablemente, la de agua. La escasez crónica de agua del Distrito Federal obliga al uso de bombas en muchos barrios para sacarla de las profundidades, y en los edificios altos también se necesitan instrumentos que funcionan con electricidad para subir el preciado líquido.

La empresa de electricidad ha declarado que está "en quiebra técnica y en proceso de liquidación" y no puede satisfacer la demanda salarial de los trabajadores. Aceptar las exigencias salariales significaría también poner en peligro los planes económicos del Gobierno, que trata de contener la inflación, y podría provocar una reacción en cadena en empresas estatales.

Apoyo de estudiantes

En la manifestación del martes por la tarde se juntaron a los electricistas, obreros y empleados de otras empresas, como la Fábrica de la Moneda, y también participaron muchos estudiantes, que lanzaban gritos de "Ceeeeú" en favor del Consejo de Estudiantes Universitario (CEU), que llevó la dirección de la reciente huelga en la universidad.Llamaron la atención en la manifestación los insistentes gritos injuriosos que los participantes lanzaban contra el presidente de la República, Miguel de la Madrid. La fuerza pública no intervino más que para evitar un caos mayor en el tráfico.

Los policías que vigilaban la zona del centro iban ostensiblemente desarmados, con las cananas vacías de balas para evitar cualquier incidente y todo lo que pudiese parecer una provocación por parte de la autoridad.

El Congreso del Trabajo, la organización que agrupa a cinco millones de trabajadores, advierte que si el Gobierno no cede a las demandas de los electricistas podrían estallar huelgas en 30 empresas paraestatales.