Cajabilbao, 105; Joventut, 97
SANTIAGO SEGUROLA El Cajabílbao saldó una vieja deuda de honor con el Joventut. Hace cinco meses, una titubeante e inmadura escuadra bilbaína era vapuleada a modo por los catalanes. Eran los inicios de temporada y los agoreros vaticinaron grandes males al Cajabilbao. Ayer, desmentidos los negros pronósticos, el equipo de Figueroa derrotó en toda regla al Joventut.
En ningún momento, el Joventut pudo jugar relajado. Su ataque funcionó -esa demoledora transición defensa-ataque no admite parangón en la Liga española-, aunque ninguno de los dos bases dejó su impronta sobre la pista. Sin embargo, la defensa se mostró muy vulnerable, sobre todo en el control de Kopicki, que encestó de lejos y de cerca y reboteó con cierta comodidad.
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