Los socialistas y el PNV alcanzan en Euskadi un principio de acuerdo para formar Gobierno

El Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) han alcanzado un principio de acuerdo sobre las bases programáticas de un Gobierno de coalición en la comunidad autónoma vasca. El acuerdo entraña garantías de continuidad para las realizaciones principales del Gabinete saliente, presidido por el nacionalista José Antonio Ardanza, y un compromiso genérico del PSOE para facilitar el desarrollo del estatuto de autonomía, aunque no se incluyen seguridades sobre transferencias concretas. En su gestación ha jugado un papel decisivo el socialista Ramón Jáuregui, delegado del Gobierno central en el País Vasco, que ocuparía la vicepresidencia del nuevo Gabinete, en el que Ardanza continuaría como lendakari.

El acuerdo inicial entre nacionalistas y socialistas se encuentra pendiente de su aceptación definitiva por el PSE-PSOE, que debe confirmar hoy su viabilidad y coherencia con la política del Gobierno central, y de la ratificación de la Asamblea Nacional del PNV, convocada en Vizcaya para la tarde de hoy con carácter extraordinario y urgente.Las bases pactadas, que en los apartados más polémicos se han redactado por escrito, incluyen también compromisos en materia de Financiación de la comunidad autónoma, facilidades de acceso a los fondos económicos y sociales europeos y un acuerdo particular entre ambas administraciones sobre el ritmo y la amplitud de la reconversión industrial pendiente en el País Vasco, que afectará de nuevo a sectores tradicionalmente básicos para la economía vasca.

Fuentes socialistas y nacionalistas coincidieron ayer en admitir como la hipótesis más verosimil que José Antonio Ardanza continúe como lendakari del nuevo Gabinete, mientras Ramón Jáuregui ocuparía la vicepresidencia, aunque esta cuestión no ha sido todavía abordada formalmente.

A los socialistas les correspondería también la cartera de Economía y Hacienda, desde la que será preciso garantizar facilidades financieras para hacer frente a la crisis económica y el paro en la comunidad autónoma, en tanto el departamento de Interior continúa en manos de los nacionalistas, que deberán responsabilizarse de la implicación progresiva de la Ertzairitza (policía autónoma vasca) en la lucha contra ETA.

El Gobierno de coalición PNV-PSE cuenta en el Parlamento de Vitoria con el respaldo de 36 diputados, dos menos de los requeridos para conseguir la mayoría absoluta pero 14 más de los que respaldan la candidatura de Carlos Garaikoetxea, apoyada por Eusko Alkartasuna (EA) y Euskadiko Ezkerra (EE). Tampoco se ha abordado aún la posible extensión del acuerdo a las diputaciones forales y los ayuntamientos de las tres capitales de provincia, aunque tanto el PSE-PSOE como el PNV se muestran de acuerdo en que esta ampliación del pacto debería producirse.

El diálogo entre los dos partidos mayoritarios de la comunidad vasca, interrumpido desde la reunión conjunta celebrada en Bilbao el pasado 5 de enero como consecuencia de la decisión posterior del PSE-PSOE de otorgar preferencia a la opción de un Gobierno tripartito con EA y EE, se reanudó precisamente después de que estos dos partidos presentaran a los socialistas un programa común.

Antes de que el secretario general del PSE-PSOE, Txiki Benegas, anunciara en una conferencia de prensa celebrada el pasado 7 de febrero su rechazo al programa conjunto EA-EE, mantuvo una conversación telefónica con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, para invitarle a reabrir las conversaciones. Tras varios contactos previos, los dos partidos iniciaron la negociación el pasado sábado, día 14. A diferencia de los contactos anteriores con las restantes fuerzas políticas, desde la fecha citada participó activamente en la delegación socialista Ramón Jáuregui, cuya presencia fuentes de ambos partidos consideraban ayer decisiva en la aproximación al pacto final.