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El Banco Central 'prestará' a Luis Magaña por ocho meses para sanear FECSA como máximo ejecutivo

Alfonso Escámez, presidente del Banco Central, aceptó ayer prestar a Luis Magaña, su principal asesor en temas energéticos, a FECSA durante un período "no superior a 8 o lo meses" como ejecutivo de plenos poderes y con la responsabilidad de dirigir la operación de saneamiento de la compañía catalana, ya prácticamente diseñada. Magaña, pendiente hoy de la ratificación del consejo, dirigirá las dos mesas de negociación que la empresa habrá formado antes de] próximo martes para negociar, con los acreedores y con el sector eléctrico, las ayudas que percibirá.

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Por otro lado, las compañías eléctricas integradas en la asociación Unesa (Unidad Eléctrica) estudian realizar una operación que, probablemente vía ampliaciones especiales de capital, ayude a reducir el desfase patrimonial de la sociedad catalana, estimado ayer por el Ministerio de Industria en unos 100.000 millones sólo en 1986. A estas ayudas se espera también una contribución oficial, vía coeficientes del fondo OFICO y del 2% del fondo de saneamiento que está sin repartir con cargo al ejercicio del pasado año.El consejo de administración de la sociedad, que se reúne hoy en Barcelona, anunciará previsiblemente las medidas inmediatas que ya se han diseñado para restablecer la normalidad en torno a la compañía. Las medidas incluyen, a través de la formación de dos mesas o comités de negociación, ayudas oficiales inmediatas (vía tarifas o coeficientes especiales), apoyos concretos del sector eléctrico y una amplia renegociación de los 570.000 millones de pesetas del endeudamiento de la sociedad, con tratamiento especial (quita, préstamos blandos o créditos participativos) para unos 200.000 millones.

Luis Magaña será designado, interinamente, consejero delegado de la sociedad con máximos poderes y renunciará, momentáneamente, a todos los cargos ejecutivos que ostenta en el grupo, concretamente a la vicepresidencia de la compañía refinadora CEPSA. Al mismo tiempo es previsible que la presidencia, tras la prevista dimisión de Juan Alegre Marcet, quede vacante, en espera del nombramiento de una "personalidad catalana" que asuma la representación institucional de la sociedad, de cara, sobre todo, a la celebración de la junta de accionistas. Es muy probable que el nuevo presidente sea elegido también entre los componentes del actual consejo de administración.

Según fuentes bancarias, Alfonso Escámez aceptó, a mediodía de ayer, ceder ante la "solución Magaña", pese a que el ex comisario de la Energía (equivalente al actual secretario general) con los diferentes Gobiernos de UCD, había aludido "razones poderosas de índole familiar" para no trasladarse a Barcelona. La dificultad de encontrar un "hombre apropiado, y el hecho de que Magaña llevara meses contribuyendo en los trabajos de identificación del problema de FECSA", terminó por convencer ayer a los responsables del Central de "realizar el préstamo", pese al efecto negativo que supondría en la imagen del banco. El Central, aunque tiene riesgos como grupo en la sociedad catalana, no es el máximo acreedor.

Salvados los obligacionistas

Dentro del capítulo de sacrificios que acreedores y accionistas tendrán que realizar, habrá una excepción. Fernando Maravall, secretario general de la Energía, aseguró ayer que los obligacionistas y tenedores particulares de bonos de la sociedad percibirán el pago de intereses completos, sin involucrarlos en los sacrificios. Sólo a los obligacionistas institucionales, bancos y cajas de ahorro, que ostentan en torno a un 10% de los 296.760 millones de pesetas existentes en obligaciones y bonos, tendrán que contribuir, en el mismo plano que los acreedores, al saneamiento.

Al referirse a FECSA, Maravall dio a entender que, pese al convenimiento oficial de que se han producido "errores de gestión" en la sociedad, no se espera que existan responsabilidades penales. "Se invitó a Alegre Marcet a reconocer el problema que, probablemente, desconocía en su magnitud. Se quedó asustado cuando, a través de Unidad Eléctrica (Unesa) y Arthur Andersen, se cuantificó el desafase patrimonial", dijo Maravall. El secretario general de la Energía sugirió, asimismo, que el neto patrimonial de la empresa, estimado en 250.000 millones al 31 de diciembre de-1985,,habría que reducirlo en 100.000 millones a finales de 1986.

Por su parte, el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, declaró ayer, en una reunión de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), que el Gobierno no tiene intención de conceder avales a FECSA. Añadió que el endeudamiento de la banca extranjera con FECSA no representa un gran problema para el rating (nivel de solvencia) del país, ya que apenas supone el 0,5% del riesgo total.

Un portavoz de la banca extranjera reiteró ayer a este periódico la posición de que estas entidades tratarán el problema de FECSA como si se tratara de "una empresa más" y que, por lo tanto, "no aceptarán quita ni conversión en créditos participativos de su riesgo".

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