Ensidesa redujo sus pérdidas en 1986 en más de 3.000 millones de pesetas
Las pérdidas de Ensidesa en 1986 ascendieron a 14.500 millones de pesetas, según los resultados todavía provisionales del ejercicio. Las estimaciones reflejan una mejora de 3.225 millones con respecto a 1985, a pesar de que las ventas descendieron el pasado año en 27.500 millones de pesetas. La dirección de la empresa pública ha puesto en marcha un plan de mejora de la gestión que en un plazo de año y medio permitirá reducir los costes en 5.000 millones de pesetas, al margen de los beneficios que proporcione el plan de reconversión.
Ensidesa facturó el pasado año por valor de 167.000 millones de pesetas, un 14% menos que en 1985. De este total, 110.000 millones de pesetas corresponden a las ventas en el mercado interior, con un descenso de algo más de 5.000 millones con respecto al año anterior. Las exportaciones totalizaron 57.000 millones de pesetas, frente a los 79.283 millones de pesetas de 1985. Si el descenso en las ventas exteriores se debe casi en su totalidad a la baja en la cotización del dólar, la reducción del mercado interno no se corresponde con la evolución de la demanda española. El pasado año, el consumo aparente de acero creció un 14,3%, de lo que se benefició el acero procedente de otros países de la CE, que aumentaron sus ventas a España en un 85%.A pesar del mal año siderúrgico, Ensidesa redujo sustancialmente sus pérdidas respecto a 1985, ejercicio en que los resultados negativos ascendieron a 17.725 millones de pesetas. El resultado provisional de 14.500 millones en números rojos supone también un avance sobre las previsiones de la empresa a principios de 1986, que proyectaban unas pérdidas de 16.810 millones. "Entonces", según fuentes de Ensidesa, "ya se había tenido en cuenta la incidencia negativa del ingreso en la CE, pero el efecto ha sido mucho peor".
Materias primas más baratas
Un 50% de la mejora de los resultados es consecuencia del ahorro en las materias primas importadas. Las compras de carbón, mineral de hierro y otros minerales se hicieron el pasado año con un dólar a 140 pesetas de precio medio, mientras que en 1985 éste había sido de 170 pesetas. Otro 20% se debe a la reducción de cargas financieras, mientras que el 30% restante guarda relación con las medidas de ahorro energético, aumento de los rendimientos y disminución de la plantilla.La aplicación del plan de reconversión supuso la reducción de 1.200 empleos y un ahorro neto en los costes laborales de unos 700 millones de pesetas.
Este año se producirán unos 600 excedentes. El plan de re conversión fija una plantilla de 15.500 empleados para 1990, un 27% menos que los 21.255 que tenía la empresa en 1985.
La empresa, según su presidente, Fernando Lozano, puede entrar a finales de 1988 en el umbral de rentabilidad, siempre que se asegure el mercado diseñado en 1984. Para ello Ensidesa deberá vender anualmente unos 3,6 millones de toneladas de acero, objetivo que está en entredicho con la nueva reducción siderúrgica derivada del segundo reajuste.
Las mejoras del plan de reconversión no empezarán a ser totalmente efectivas hasta principios de 1989, fecha en que el 90% de las nuevas instalaciones y modernizaciones estarán ya a pleno rendimiento. El objetivo es elevar la productividad por hombre de 230 toneladas al año a las 290 toneladas de los líderes europeos del acero. Al final de¡ proceso de reestructuración, la factoría de Avilés producirá los productos planos (chapa caliente y gruesa, hojalata y galvanizados) y la de Veriña se especializará en los productos largos y chapa gruesa.
El coste de la reconversión de Ensidesa aprobada en 1984 ascendía a más de 420.000 millones de pesetas, entre el plan de inversiones industriales, las ayudas de saneamiento financiero y los avales del INI. Ahora se contempla una nueva reducción de la producción nacional de acero como consecuencia del ingreso en la CE y de la evolución negativa del mercado, que puede ser especialmente sensible en los productos largos.
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