Las lesbianas debaten sobre la pervivencia del machismo en las relaciones entre mujeres
Las jornadas sobre lesbianismo que ayer se iniciaron en el Centro Cívico de Sant, en Barcelona, tuvieron como temas centrales de debate la pervivencia de los papeles machistas en las relaciones entre las propias lesbianas y la violencia, sobretodo psicológica, a la que se ven sometidas por parte de la sociedad. Las lesbianas jóvenes reclamaron la atención de las participantes sobre la problemática adicional que para ellas representa la dependencia económica de su familia. A las jornadas asisten unas 300 lesbianas de toda España.
En las relaciones de pareja entre lesbianas se reproducen a menudo los papeles tradicionales masculino y femenino, y, según se dijo en la ponencia presentada por el Grup de Lluita per l'Alliberament de la Lesbiana (GLAL), en algunos casos, también los esquemas machistas que se repudian en la pareja heterosexual tradicional. Por ejemplo, "algunas mujeres lesbianas tratan a las demás mujeres con la misma arrogancia que lo hace el hombre, las limitan a ser su objeto de deseo, son posesivas como el varón y exigen una fidelidad que por su parte ellas no cumplen. En suma, han incorporado todo lomás negativo del esquema machista y en cambio no han sabido desarrollar el compañerismo, que es la parte positiva del papel masculino".También el papel femenino en la relación lesbiana puede estar plagado de comportamientos machistas, "empezando por aceptar la superioridad del papel masculino, que en este caso ejerce la compañera, y aceptando también el papel de víctima y mujer objeto".
La necesidad de superar los comportamientos machistas y encontrar una identidad propia, liberadora y placentera, fue la conclusión unánime. En la cuestión de si debe aceptarse ono la reproducción de papeles en la pareja lesbiana hubo menos consenso. En general, las mujeres del GLAL, formación creada hace ocho años, que no tiene ninguna relación orgánica con el movimiento feminista, consideran que no se trata tanto de terminar con los papeles, sino con los aspectos machistas de estas funciones.
Estereotipos
"Lo importante es la persona, y ésta puede asumir a la vez aspectos de los dos papeles, o de uno sólo, si se identifica más con ése", se dijo.En este colectivo, por ejemplo, se apreciaban ayer indumentarias de marcado signo masculino. "Son el reflejo de los estereotipos del papel", dijo una ponente, "pero no tiene por qué ser negativo si tú te encuentras mejor y más cómoda en ese papel concreto. Lo importante es abrir el paquete ideológico que nos han impuesto y averiguar qué es lo positivo para la mujer en cada uno de los papeles y qué es lo negativo. Y lo que sea negativo, combatirlo". "Algunas feministas rechazan en el fondo que vayamos de hombre", dijo otra participante. "Estoy de acuerdo con ellas cuando rechazan el machismo, pero a ver si ahora las mujeres vamos a caer en la contradicción de comprender que un hombre se sienta y actúe como una mujer en el caso de los homosexuales masculinos y no vamos a conceder el mismo derecho a una mujer".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.