Las 77 cajas de ahorro destinan a pensiones y a sanear créditos casi el doble que a contabilizar beneficios
Las 77 cajas de ahorro españolas han destinado en 1986 algo más de 200.000 millones de pesetas a fondos de pensiones para su personal y a sanear carteras de crédito. Este esfuerzo ha reducido sus beneficios contables a 124.000 millones de pesetas, con aumento de sólo el 13,38% sobre 1985. Pero las cajas han incrementado un 33% su cash-flow (beneficios más amortizaciones) y han vuelto a ganar cuota de mercado a los bancos. Sus recursos ajenos rondan ya el 42% del sistema.
Los beneficios declarados en 1986 por las cajas de ahorro ascienden a 124.013 millones de pesetas. Esta cifra, que supone un aumento del 13,38% sobre el año anterior, puede variar en alguna decena o centena de millones si cuatro de las 77 entidades no confirman sus estimaciones iniciales. Tanto en términos absolutos como en relativos, ambos incrementos han resultado muy inferiores a los contabilizados en los tres primeros trimestres del año, cuando el resultado contable de las cajas iba por 140.153 millones de pesetas -y había crecido el 41,22% respecto al período enero-septiembre de 1985.
Grandes esfuerzos
Fuentes del sector han informado que, sin el importante esfuerzo de saneamiento realizado por algunas cajas, entre ellas las dos mayores (La Caixa y Cajamadrid), los beneficios totales se habrían aproximado este año a los 160.000 millones de pesetas, con tasas de aumento similares a las del cash-flow. Efectivamente, los excedentes de explotación han crecido en torno al 33%, aunque casi en sus dos terceras partes han sido destinados a provisiones y saneamiento de crédito (105.000 millones, frente a los 98.000 de 1985), fondos de pensiones (95.000 millones, contra 34.000 del año anterior) y amortizaciones y otros saneamientos de activo (35.000 millones sobre los 29.000 anteriores).Los resultados de las cajas han sido algo mejores que los del conjunto de la banca, la cual tampoco ha contabilizado como beneficios muchos de sus excedentes con el fin de prepararse para liberalizar los intereses de pasivo y afrontar la competencia europea, gracias a que han vuelto a ganar cuota de mercado. Sus recursos de clientes han crecido billón y medio de pesetas (un 16,65%), hasta alcanzar los 10,9 billones de pesetas, si bien medio billón ha procedido de operaciones de seguro cuyos resultados no computan dentro de esta parte del sector financiero. Pero el incremento absoluto y relativo casi ha triplicado al de los bancos. Ello se ha traducido en un paulatino avance de la cuota de mercado, desde algo menos del 40% en diciembre de 1985 a un máximo histórico del 42%.
La ganancia de cuota en la captación de recursos se ha reflejado también en la concesión de créditos, que han subido dos puntos (hasta el 29%). Las cajas han dejado de acrecentar su papel de inversores en el mercado interbancario porque el aumento de su crédito (17,16%, equivalente a 710.000 millones) ha superado al de sus recursos. Pero mayor todavía (del 45%, equivalente a 846.000 millones) ha sido el incremento de su cartera de valores.
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