El síndrome del viernes llega con antelación
La proximidad del fin de semana ha vuelto a provocar la salida de papel a los corros y nuevos síntomas de inestabilidad al llevar a oferta y demanda a unos niveles muy cercanos entre sí. Las posiciones compradoras del cierre anterior se mantuvieron en los primeros momentos de la sesión, con la acostumbrada excepción del sector eléctrico, dándose actuaciones contrarias a las de la jornada del miércoles al centrarse en los valores industriales el cambio de postura de la especulación. Los fuertes volúmenes que se están negociando en estas semanas están demostrando tener un importante componente especulativo, al tratarse en una buena parte de los casos de operaciones semanales. No obstante, hay dinero de refresco y la inversión extranjera también se está moviendo mucho, aunque no presentan una posición definida.Tras el acostumbrado varapalo a los valores eléctricos, que empieza a convertirse en un rito, la sesión comenzó a animarse al presionar con fuerza el dinero en el sector de automoción. Varios de estos valores volvieron a registrar una demanda excesiva, con lo que hubieron de publicar posición de dinero sin operaciones y empezaron a confirmar la tendencia. Sin embargo, algunos valores industriales muy característicos padecieron un verdadero aluvión de papel al iniciar el corro con avances importantes. A una primera subida, en ocasiones de hasta 17 enteros, le sucedió un retroceso que en algún caso provocó un recorte en el precio.
Estas situaciones comenzaron a repetirse y provocaron un movimiento en cadena que hizo salir papel en abundancia, respetando tan sólo a aquellos valores que mantienen expectativas particulares de crecimiento. Los altibajos han vuelto a ser un factor destacado, y los primeros avances del índice del mercado madrileño indicaban un pequeño retroceso, dando cuenta de la ruptura del equilibrio entre oferta y demanda.
Como en sesiones anteriores, hubo de ser el sector bancario el que acudiese en ayuda del conjunto, gracias a la demanda que existe para sus valores de segunda fila, y las expectativas de mejora que tienen los grandes debido al influjo de sus juntas de accionistas. Al haber fijado el mercado, mediante rumores, determinadas metas para alguno de estos valores, los nervios han provocado ventas anticipadas y han frenado el proceso alcista, con lo que se han reducido considerablemente las posibilidades de que se cumpla la profecía. Sólo uno de los siete grandes registró un saldo negativo y la única repetición, manteniéndose los demás al alza y consiguiendo subidas entre 9 y 35 enteros. El volumen negociado ascendió hasta 750.000 títulos, confirmando la realización de beneficios también entre estos valores. La segunda fila del sector bancario continúa ganando adeptos, sobre todo el Exterior, que por segundo día consecutivo registra un volumen de demanda que supera el millón y medio de títulos. Los rumores apuntan hacia una posible privatización. Las posiciones al cierre eran desiguales y dejaban entrever la tensión típica de los viernes.
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