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GENTE

Estefanía de Mónaco

se ha enamorado de un marsellés que emigró a Estados Unidos en busca de fortuna. Se llama Mario Oliver, tiene 32 años -doce más que la princesa-, es dueño de varios restaurantes de la costa californiana y de una discoteca de moda, y nada más pisar suelo americano, convencido de que para triunfar es mejor ser rubio, cambió sus negrísimos cabellos de rudo marsellés por un brillo platino tipo Marilyn. Ambos se han deshecho en elogios mutuos y se han fotografiado dándose besos en isla Mauricio, según publica esta semana la revista Hola. Estefanía ha declarado que por fin ha encontrado el gran amor de su vida y que, sin la menor intención de pasar por la vicaría, van a vivir juntos en la casa del novio en Beverly Hills. Mario Oliver ha dejado definitivamente atrás a los anteriores amores de la princesa: el piloto Paul Belmondo, los jóvenes actores Anthony Delon y Rob Lowe y el también actor, aunque más madurito, Christopher Lambert, memorable Tarzán.

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