Unos 4.000 estudiantes piden en Madrid la dimisión de Barrionuevo y de la delegada del Gobierno
Unos 4.000 estudiantes pidieron ayer en la Puerta del Sol de Madrid la dimisión del ministro del Interior, José Barrionuevo, y de la delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor. La Coordinadora de Estudiantes de Enseñanzas Medias y de Universidad, convocante de la concentración, responsabiliza a ambos de la actuación policial en la manifestación del pasado viernes, en la que resultó herida de bala una joven. La policía detuvo a seis personas al término de la concentración. Otros 25.000 estudiantes se manifestaron en diversas ciudades españolas. Los incidentes en algunas de estas concentraciones se saldaron con la detención de otras 15 personas.
A partir de las doce de la mañana de ayer se concentraron en la Puerta del Sol de Madrid cerca de 4.000 estudiantes de BUP, COU y Formación Profesional, a los que se unieron grupos reducidos de estudiantes de la Universidad Complutense. A las peticiones de dimisión de Barrionuevo y de Tutor se sumaron las de José María Rodríguez Colorado, director de la Policía, y José María Maravall, ministro de Educación y Ciencia.Los manifestantes se acercaron a la sede de la Comunidad de Madrid, antiguo edificio de la Dirección General de la Seguridad (DGS), ante lo cual, los tres policías que montaban guardia en la puerta principal del edificio se replegaron al interior, cerranúo los portones. Algunos manifestantes realizaron pintadas en la fachada de la antigua DGS.
Gritos de "Barrionuevo, al paredón", y "Maravall, dimisión", así como pancartas en las que se leía: "Somos jóvenes para morir" y "Ia ciencia con sangre no entra" destacaron en el curso de la manifestación.
Las mayores protestas se produjeron mientras un helicóptero de la policía sobrevolaba el lugar. Los estudiantes organizaron una pira con periódicos madrileños para demostrar su protesta, por la forma en que los medios de comunicación han cubierto los diversos actos de protesta. Los manifestantes danzaron alrededor entre gritos de "Mentiras, mentiras".
Francisco Ferrera, portavoz de la coordinadora de estudiantes, elogió la respuesta de los jóvenes, y afirmó que en la Puerta del Sol había unas 50.000 personas. La Delegación del Gobierno de Madrid estimó en 2.000 el número de participantes. Carlos Otamendi, miembro de la Comisión Anti Otan, el diputado de Izquierda Unida Ramón Tamames y miembros de la Asociación contra la Tortura respaldaron con su presencia la manifestación.
Alrededor de las 13.30, los convocantes anunciaron el final de la concentración y el inicio de una marcha "pacífica" hacia el Hospital Clínico, donde permanecía internada María Luisa Prada, la joven herida de bala el pasado viernes. En su marcha por la Gran Vía, la calles de la Princesa y de Isaac Peral y la plaza de Cristo Rey, los jóvenes provocaron cortes de tráfico. Otros manifestantes se dirigieron a la sede del Ministerio de Educación y Ciencia y provocaron altercados, por los que fueron detenidos seis jóvenes.
Cerca de las dos de la tarde, la Puerta del Sol quedó ocupada por los manifestantes menos pacíficos, que dedicaron sus esfuerzos a lanzar litronas (botellas de cerveza de litro) contra las ventanas de la sede de la Comunidad de Madrid y contra el local de una cadena de hamburgueserías, y causaron la rotura de varios cristales.
Tras rodear y acosar a los conductores de varios vehículos, que tuvieron que desviarse a gran velocidad, varios jóvenes provistos de cadenas rompieron un par de semáforos.
Movilizaciones en España
Los estudiantes de enseñanzas medias, en huelga desde hace dos semanas, celebraron ayer manifestaciones en varias ciudades españolas. En Barcelona, unas 6.000 personas -3.000, según la Guardia Urbana- realizaron marchas con cortes de tráfico y se concentraron ante el Palau de la Generalitat, donde se produjeron algunos lanzamientos de botellas y huevos. Dos personas, una de ellas menor de edad, fueron detenidas por provocar incidentes.En Zaragoza, unos 1.000 es tudiantes cortaron el tráfico durante más de hora y media en el centro de la ciudad. Al término de la concentración se produjeron enfrentamientos entre algunos jóvenes y la Policía, cinco de cuyos miembros resultaron heridos leves. Doce jóvenes fueron detenidos por desórdenes publicos.
En Granada, donde se manifestaron 3.000 personas, fue detenido un joven de 16 años de edad que portaba una pistola de aire comprimido. Otras concentraciones destacadas fueron las de Huesca (unos 3.000 manifes tantes), Santa Cruz de Tenerife (alrededor de 10.000) y Valencia (cerca de 2.000 estudiantes), en ninguna de las cuales se registraron incidentes.
Vídeo y 'pocket'
Unos 50 miembros de los servicios de información de la policía mantuvieron ayer un discreto servicio de vigilancia durante la concentración estudiantil de la Puerta del Sol de Madrid.Los más visibles eran seis policías que, repartidos en dos grupos de tres, captaban imágenes de la manifestación desde dos balcones de la sede de la Comunidad de Madrid, antigua Dirección General de Seguridad. Su presencia fue descubierta por los manifestantes que procedieron a gritarles y arrojarles piedras y otros objetos. Finalmente tuvieron que desistir de su labor y cerrar las ventanas desde donde captaban las imágenes de los concentrados.
Otra cuarentena de efectivos repartidos por todos los aledaños y calles afluentes de la Puerta del Sol, y equipados con transmisores de bolsillo denominados pocket, pasaban información de los manifestantes y de los diferentes recorridos que llevaron a cabo a la hora de la disolución, según fuentes de los servicios de información.
Asimismo daban cuenta de las diferentes vías donde se producían cortes de tráfico y otros incidentes, según las mismas fuentes. Ésta fue la única fuerza policial que hizo acto de presencia en la Puerta del Sol durante la manifestación de ayer.
Fuentes policiales señalaron que este despliegue de agentes es consecuencia de las recientes medidas adoptadas por los responsables del Ministerio del Interior, que pretende intensificar la información existente sobre manifestaciones, así como crear correas de transmisión entre los mandos y las autoridades durante el desarrollo de éstas.
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