Las detenciones de Madrid aumentan la preocupación de la familia Caballero
Francisco Tuduri, portavoz de los familiares de Jaime Caballero, el industrial guipuzcoano secuestrado hace 38 días, indicó ayer que la detención del comando Madrid puede ser un elemento más de preocupación para la familia aunque, a su juicio, este hecho no tiene por qué guardar relación con el secuestro. "Es posible que la detención de este comando ponga nerviosa a la organización y que eso complique a su vez las cosas", señaló el portavoz. Tuduri afirmó que la familia continúa sin recibir las pruebas de que el secuestrado se encuentra bien de salud y especuló con la posibilidad de que esta postura de ETA Militar se deba a las dificultades de comunicación impuestas por la ola de frío.El secuestro de Jaime Caballero es ya el segundo más largo de los perpetrados por ETAm y uno de los que menos espacio ocupan en los medios de comunicación. La familia Caballero ha optado por el silencio informativo en una actitud que no se sabe si responde a recomendaciones expresas o implícitas de los interlocutores en la supuesta negociación o, como afirma el portavoz, a una reacción natural de unas personas sumamente reservadas acostumbradas a digerir sus penas en privado.
Sea como fuere, el secuestro languidece informativamente en el estribillo cotidiano del "no hay novedades", y sólo el Ayuntamiento de Tolosa, la localidad natal de Jaime Caballero, y unilateralmente Coalición Popular del País Vasco -en una iniciativa ensombrecida por la sospecha de la instrumentalización interna-, han encauzado hasta ahora la movilización popular de repulsa.
La hija mayor del secuestrado, Elena Caballero, de 13 años, ha sido hasta ahora la única representante de la familia que ha roto la consigna de guardar silencio para decir que está convencida de que su padre volverá sano y salvo. Elena, que ha participado con aire resuelto en las dos últimas movilizaciones, ha dicho que a ningún secuestrado le ha pasado nada y que ella sabe que los secuestradores terminarán por soltar a su padre.
Nada se sabe, sin embargo, del estado de las supuestas negociaciones con ETAm. Las gestiones que representantes de la familia Caballero realizaron en fechas siguientes al secuestro parecen haberse estancado.
