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Los vecinos no sospecharon de los detenidos porque creian que eran estudiantes

Los vecinos del inmueble número 8 de la calle de Río Ulla, en el barrio de Ciudad Lineal, de Madrid, consideraban que los seis supuestos miembros de ETA Militar detenidos ayer eran estudiantes. La vecina del, piso contiguo al que ocupaban los presuntos etarras, en la cuarta planta, aseguraba ayer que "eran chicos normales que hacían de cuando en cuando alguna fiesta".

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Noche en vela en Interior
Invencibles, 6
Alcántara, 23
Sambara, 165
Burriana, 66
Río Ulla, 8
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El aspecto físico, salvo excepciones, era de "gente cuidada" y de "trato educado, aunque reservado". Los hijos del matrimonio del piso contiguo, llamados Saúl y Óscar, señalaron que "normalmente se veía sólo a dos chicas" y que las denominaban "las vascas" porque . entre ellas hablaban en euskera, aunque a ellos se dirigían en castellano.El padre de los niños, funcionario civil del Ministerio de Defensa, aseguró. que estas chicas tenían el piso alquilado desde hace un año aproximadamente. "Hacían una vida rara porque apenas salían a la calle y normalmente tenían las persianas cerradas".

La mujer relató que en una ocasión, este verano pasado, organizaron una fiesta y que "salieron al descansillo con copas en la mano, pero no eran vecinos incómodos que normalmente no organizaran mucho ruido; pensábamos que eran estudiantes y siempre que nos encontrábamos con ellas nos saludaban educadamente".

Los detenidos utilizaban también dos garajes para sus operaciones. Uno de ellos, situado en la calle de Sambara, 165 -próxima al piso de la calle de Río Ulla-, era frecuentado por un hombre "que vestía de forma intachable" y que fue visto el día anterior a la detención en estado "muy nervioso" Así lo relata la propietaria de un bar, situado enfrente del garaje que ayer fue requisado por la, policía por entender que era utilizado para labores de infraestructura por los detenidos.

El contrato de alquiler del garaje fue firmado hace unos ocho meses, a nombre de José Luis Ruiz, según Gregoria Llorente, mujer del presidente de la comunidad del inmueble de la calle de Sambara.

Los vecinos del segundo garaje que utilizaban los presuntos miembros del comando Madrid detenidos ayer, situado en la calle de Burriana, 66, en el poblado de Corralejos de Barajas (Madrid), afirmaron ayer no haber notado nunca nada extraño.

A través de la televisión

El nombre de María Teresa Rojo, que figuraba en el buzón del inmueble de la calle de Río Ulla, 8, aparecía también en el buzón de la puerta número 9, segunda planta, de la calle de Alcántara, 23. Esta vivienda, situada en el céntrico barrio de Salamanca, era ocupada por María Teresa Rojo y Cristina Arrizabalaga, según el portero de la finca.

Los vecinos conocieron los hechos a través de la televisión. Nunca sospecharon de las dos mujeres, que llevaban más de dos años ocupando un pequeño apartamento de menos de 40 metros cuadrados y que tenían los recibos de la comunidad al día.

Tampoco los vecinos de la calle Invencibles, 6, en el distrito periférico de Carabanchel, daban crédito a sus ojos. La puerta del piso bajo A, inmueble que: tenían alquilado desde hace dos meses dos de los detenidos, no presentaba signos de violencia. La policía entró en la vivienda ayer por la mañana y volvió a primera hora de la noche para seguir las investigaciones. La puerta estaba sin precintar.

"Era una pareja", comentó una vecina del mismo piso, "de unos 30 años él y de unos, 25 ella. Tenían un aspecto normal y vestían bastante bien, tirando a guaperas. Eran muy cordiales con el vecindario y nunca sospechamos lo más mínimo de ellos. La policía sacó esta mañana del piso bastante ropa, varios equipos de montaña, planos, documentos y publicaciones en euskera".

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