Camilo José Cela
resistió estoicamente que 200 escolares de Marbella lo acribillaran con las preguntas más sorprendentes, a las que el académico contestó con buen humor. Reconoció que de pequeño fue "un alumno corrientito, aunque los profesores me tenían rabia"; que vive con bastantes animales domésticos, "cinco perros, tórtolas, palomas mensajeras, hijos y una nuera", y que el premio más importante recibido es el de "la Sociedad Protectora de Animales". La curiosidad infantil les llevó a preguntar a Cela si tenía guardaespaldas, a lo que respondió, algo sorprendido, que sí, que gustaba de llevar "uno femenino". Su paciencia fue recompensada con una cerrada ovación de la chiquillería, que le despidió coreando su nombre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.