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La esposa de un policía municipal de Sant Boi mata a su hija y se suicida

María Esquivel Sánchez, de 49 años, esposa del subjefe de la Policía Municipal de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), Ramón Oró, causó ayer la muerte de su hija Cristina, de 13 años, de un disparo en la cabeza. Tras el asesinato, María Esquivel se suicidó. Posteriormente, la ambulancia que transportaba los cadáveres arrolló a tres peatones, uno de los cuales, una mujer de 50 años de edad, se hallaba anoche en estado grave.

El hecho ocurrió en el domicilio familiar, situado en el número 37 de la calle de Torres i Bages, de Sant Boi, mientras la joven víctima dormía junto a su hermana menor, Laura, de 12 años, que logró escapar. Tras efectuar el disparo, la presunta parricida se suicidó arrojándose al vacío por el patio de luces del edificio, desde su vivienda.Los hechos se produjeron alrededor de las ocho de la mañana, cuando, al parecer, María Esquivel, que en aquel momento se encontraba sola en el piso con sus dos hijas de 12 y 13 años de edad, "tuvo un ataque de enajenación mental, y con el arma reglamentaria de su marido [un revólver del calibre 38] entró en la habitación de sus hijas y disparó a la cabeza de la mayor", según explicaron a este diario fuentes de la Policía Municipal de Sant Boi. las mismas fuentes añadieron que la hija menor, Laura, que presenció los hechos, "pudo es capar del piso corriendo y pidió ayuda a los vecinos".

La llegada de éstos sólo sirvió para comprobar que la presunta parricida también había muerto tras arrojarse desde el séptimo piso, donde vivía la familia, mientras la hija mayor del matrimonio yacía muerta en su cama.

El sargento Ramón Oró, de 51 años, padre y esposo de las víctimas, fue informado de lo sucedido en el domicilio de sus padres, "donde se encontraba de visita", según las fuentes mencionadas.

Cristina, la joven fallecida, cumplía hoy domingo 14 años y, según explicó una de sus vecinas, impresionada por lo sucedido "estaba preparando, con gran ilusión, una fiesta de cumpleaños para todas sus amigas".

Tratamiento psiquiátrico

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María Esquível recibía tratamiento psiquiátrico desde hace unos dos años, en el sanatorio mental de Sant Boi de Llobregat, aunque residía en su domicilio.Al parecer, la mujer se encontraba profundamente afectada por padecer una enfermedad irreversible de la que ya había sido intervenida quirúrgicamente.

Una de las ambulancias de la Cruz Roja que acudió a retirar los cadáveres de las dos víctimas del suceso atropelló a tres peatones que cruzaban un paso de cebra, situado junto al edificio donde se produjo el presunto parricidio. Como consecuencia del atropello resultó con heridas graves María Gonzalez, de 50 años, que fue trasladada a la residencia sanitaria barcelonesa de Bellvitge, donde permanecía ingresada anoche en estado calificado por los médicos de grave.

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