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El cambio en el sistema de precios augura un petróleo más caro para los países consumidores durante 1987

La bonanza experimentada en los precios del petróleo durante 1986 parece tocar a su fin. Los cambios anunciados por los países productores en su sistema de ventas y la vuelta a un mecanismo de precio único levantan negros nubarrones en el mercado para los países consumidores, que, como España, tendrán que elegir entre subir de nuevo los precios finales de los productos derivados o reducir sus apreciables ingresos fiscales por este concepto. El interrogante abierto para los países consumidores, en estos momentos, es determinar en qué nuevo nivel se van a estabilizar los futuros precios.

Más de la mitad de los 13 países de la Organización de Países Exportadores de petróleo (OPEP) habían comunicado, hasta ayer, a sus principales clientes los cambios decididos en el sistema de fijación de precios previsto en los contratos de compra de crudo. Asimismo, Egipto y México, dos países no englobados en el cártel petrolero, pero que siguen su disciplina, también han anunciado cambios en sus tarifas. Como consecuencia, las expectativas de un cambio radical, al alza, en el mercado mundial han llevado el precio del crudo de menos de 14 dólares por barril para las entregas inmediatas durante el pasado mes de noviembre a más de 18 dólares, según la última transacción hecha el pasado viernes en el Mercantile Exchange de Nueva York.El primer país productor en ponerse en contacto con sus clientes, incluso adelantando el plazo de 30 días para cambiar el precio previsto en los contratos, ha sido Arabia Saudí, a su vez el primer productor de la OPEP y primer exportador del mercado occidental. Los nuevos responsables petroleros del reino saudí apenas han tardado dos meses para acabar formalmente con la vieja política del cesado ministro de Petróleo Zaki Yamani, del que se rumorea ahora que puede estar sometido en Riad a arresto domiciliario.

La clave saudí

El nuevo ministro saudí, Hisham Nazer, acompañado por su vecino kuwaítí Al Kalifa al Sabah, ha informado a las compañías occidentales que, con fecha 1 de febrero, los precios netback que regulaban los contratos de suministro no serán ya operativos. Al mismo tiempo, y sobre la base de o lo toma o lo deja, la compañía Petromín (también con un nuevo responsable tras el cese fulminante de Taher) venderá su crudo al precio fijo de 18 dólares, tal como acordó la OPEP en su última reunión del pasado 20 de diciembre. El apoyo decidido de los saudíes a esta nueva fórmula garantiza, en opinión de los expertos, el éxito de una estrategia que es radicalmente distinta a la que en el verano de 1985, y por medio de los precios netback, desencadenó el mayor desastre que se recuerda en el mercado de crudo desde la multiplicación por cuatro de los precios en 1973.Por vez primera desde que hace un año comenzó la baja del precio del crudo, el sensible mercado mundial de petróleo se ha tomado en serio las medidas adoptadas por los productores de crudo. Los expertos y brokers consultados están de acuerdo en que la causa de esta preocupación es el abandono de la fórmula netback como mecanismo sacrosanto de determinación del precio. De nuevo, el riesgo de la compraventa de crudo pasa del lado del productor al de los compradores -más concretamente, de los refineros-, que se ven forzados, como en los años de precios altos fijados a capricho, a adquirir el crudo sobre la base de una tarifa única decidida por un cártel y no por los lógicos mecanismos del mercado.

Dudas sobre el precio

Pese a a este nuevo intento de los productores de recuperar el control del mercado, muy pocos expertos creen que el precio del barril de crudo alcanza.rá de nuevo la barrera de los 30 dólares que existía hace menos de 14 meses. Si bien aún existen en la OPEP varios países cuyo objetivo final es maximizar los ingresos por la vía del precio más elevado, el mercado sigue todavía presentando un esquema muy favorable a los compradores. La OPEP apenas controla el 30% del consumo global de Occidente, si bien su cuota en el mercado de exportación -el que realmente está disponible para la compra por terceros- es mucho mayor.Con todo, es muy probable que el precio del crudo resulte más caro que lo fue el pasado año (una media de 15 dólares por barril en el caso de España), pero sin alcanzar los 28 dólares de media de 1985. La predicción más fiable adelantada por los expertos apunta hacia un coste medio entre 18 y 22 dólares.

De confirmarse esta estimación, los efectos sobre las economías consumidoras de petróleo no serían tan dramáticas como cabría esperar de una vuelta a los precios anteriores. Pero si cabe suponer un freno significativo en las expectativas de muchos Gobiernos de beneficiarse del regalo que supuso un precio reducido a la mitad. Un rebrote de la inflación y la continuación de Ios desequilibrios fiscales serían los peores efectos para las economías consumidoras.

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